sábado, 26 de junio de 2010

Uribe pidió ayuda mundial para enfrentar terrorismo


LA COMUNIDAD internacional “debe ayudar” a Colombia a combatir el flagelo del terrorismo, manifestó ayer en Canadá el presidente Álvaro Uribe.

Ese fue el mensaje que llevó Uribe a la reunión del G8 que se realizó ayer en ese país norteamericano.

“Un país con la libertad democrática de Colombia, con la gran esperanza de Colombia, es un país al que toda la comunidad internacional debe ayudarle a que finalmente no tenga terrorismo”, dijo Uribe a periodistas.

El Mandatario, que participó en una reunión de trabajo junto con países africanos sobre el narcotráfico en el marco del encuentro de las siete naciones más industrializadas del mundo más Rusia, indicó en su alocución que pretendía “explicar” lo que ha pasado en Colombia en los últimos años en el marco de la lucha contra el narcotráfico.

Su canciller Jaime Bermúdez calificó entretanto la participación de Colombia en el G8 como una “oportunidad histórica” para “explicar cómo un país ha podido avanzar en la lucha contra el narcotráfico, contra el terrorismo, en un marco democrático”.

“Colombia ha logrado este avance sin suspender las libertades fundamentales, todo lo contrario, profundizando la democracia y Uribe le va a decir eso a la comunidad internacional”, señaló.

Pero también fue claro, puntualizó Bermúdez, “en la importancia de que haya una cooperación eficaz, no sólo con Colombia sino con cada uno de los países que puedan sufrir estas dificultades, Colombia está lista también a aportar en esta tarea".

El general Óscar Naranjo, director de la Policía Nacional, indicó al respecto que lo que Colombia pretende pedirle a la comunidad internacional es “poner en marcha mecanismos multilaterales, institucionales, de persecución del delito”.

“Dada la globalización y la altísima movilidad de los terroristas, pedirle al mundo que no se les permita asentarse, que no haya santuarios terroristas ni una movilidad sin control de los delincuentes y que opere realmente la justicia transnacional”, dijo a periodistas.

A su juicio, uno de los requisitos es “cambiar los paradigmas históricos”.

“En el pasado, colaborar, cooperar contra la delincuencia era una opción discrecional de los gobiernos. Hoy, en un mundo tan globalizado, es un imperativo ético y también un imperativo jurídico”, sostuvo.
Asimismo, se mostró confiado en los aportes que su país puede hacer ante la preocupación de la comunidad internacional por el auge del narcoterrorismo en África.

“Colombia tiene el mérito de haber sido uno de los primeros países que llamó la atención ante el problema africano”, afirmó y recordó que en los dos últimos años el Gobierno ha reunido a más de 12 países africanos para firmar acuerdos de entendimiento, de cooperación en materia de inteligencia y asistencia jurídica, además de ofrecer la experiencia policial a naciones como Sierra Leona, donde mantiene una “presencia permanente”.

Por primera vez en la historia del G8, un país latinoamericano fue invitado a participar en una de las sesiones del grupo de naciones más ricas del mundo.
Colombia, junto con Haití y Jamaica, explicarán al G8 su lucha contra el narcotráfico y otras organizaciones criminales.


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