domingo, 20 de junio de 2010

Santos, una carrera a la jefatura del Estado


EL PASADO 8 de marzo el Partido de La U designó como su candidato presidencial a Juan Manuel Santos en una asamblea que se realizó en Bogotá, aunque el medio virtual permitió que participaran congresistas y delegados de todo el país.

A pesar de que Santos hizo la campaña más corta entre los nueve candidatos que se inscribieron por la jefatura de Estado, logró ganar la primera vuelta presidencial el pasado 30 de mayo con 6.802.043 sufragios a su favor.

Cuando Santos lanzó su candidatura dijo que “vamos a ganar la Presidencia para avanzar desde la Seguridad Democrática hacia la prosperidad democrática, una prosperidad para todos”.

Santos nació en Bogotá el 10 de agosto de 1951 y está casado con María Clemencia Rodríguez Múnera y es padre de tres hijos, María Antonia, Martín y Esteban.

Santos fue cadete en la Escuela Naval de Cartagena. Es profesional en Economía y Administración de Empresas, y con cursos de postgrado de Economía, Desarrollo Económico y Administración Pública en la Escuela de Economía de Londres y la Universidad de Harvard.

Ha publicado varios libros, uno de ellos sobre La Tercera Vía, que escribió en compañía del ex primer Ministro británico, Tony Blair.

Como periodista fue subdirector y columnista del diario El Tiempo. Santos incursionó en la política en las toldas del Partido Liberal. Tiene una dilatada carrera en el sector público como ministro de Comercio Exterior durante el gobierno de César Gaviria, luego fue ministro de Hacienda en la administración de Andrés Pastrana.

En 2002 Santos se apartó del Partido Liberal y fue uno de los fundadores del Partido de La U. En el año 2006 el presidente Uribe lo designó ministro de Defensa.

Durante su estadía al frente de esta cartera las Fuerzas Militares inflingieron severos golpes a las Farc como fueron la muerte en combate del número dos de esta guerrilla, Raúl Reyes, y la operación Jaque, por medio de la cual fueron rescatados Ingrid Betancourt, tres norteamericanos y 11 integrantes de la Fuerza Pública que estaban secuestrados por las Farc.

Sin embargo también la jefatura de Santos en el Ministerio de Defensa le significó estar en el ojo del huracán por los llamados falsos positivos, pues efectivos militares resultaron vinculados a crímenes de civiles que fueron presentados luego como guerrilleros o paramilitares muertos en combate.

En su momento, el Partido Liberal y el Polo Democrático pidieron a Santos asumir la responsabilidad política por este hecho. El ex ministro ha respondido que él y el gobierno Uribe acabaron con los falsos positivos y que tomaron medidas como
la destitución de 27 integrantes del Ejército, entre ellos tres generales, en el 2008.

El aspirante invita a votar

Los colombianos debemos salir a votar este domingo. Mi principal petición a todos los colombianos es que ejerzamos nuestro derecho y cumplamos nuestro deber ciudadano: vamos a las urnas a meterle un gol al abstencionismo y a superar la votación del pasado 30 de mayo.

Es importante que la democracia esté legitimada, y eso lo lograremos a través del voto de cada uno de ustedes. Por eso, el mejor partido que podemos jugar en esta jornada es el partido por el bien de Colombia y su futuro.

Estamos en un momento crucial de nuestra historia, como país y como democracia, para seguir avanzando y progresar. El mundo entero está pendiente de los resultados de estas elecciones y de la decisión de los colombianos. Más allá de elegir el próximo Presidente de la República, definimos un sistema de vida y una forma de concebir la democracia, el progreso y el desarrollo.

De nuestra parte, hemos puesto a consideración de los colombianos un Gran Acuerdo de Unidad Nacional para la Prosperidad, una alianza a la que están invitados todos los sectores sociales. Allí incluimos no solo a los partidos políticos, sino también a una amplia variedad de grupos ciudadanos que han adherido a nuestra propuesta: sindicalistas, vendedores ambulantes, comunidades religiosas, líderes ambientales, comerciantes y minorías, entre otros, han recibido con entusiasmo nuestra propuesta de unidad.

Durante la campaña que termina me comprometí a incorporar las mejores iniciativas de los demás candidatos presidenciales, y así lo haremos. Es una deuda que tengo, además, con los ciudadanos de sectores diferentes al Partido de La U que depositaron su confianza en nuestro programa de gobierno.

El llamado a la unidad es una gran oportunidad para el país, porque cuando las sociedades se unen, logran sus objetivos con más rapidez y eficacia. Lo que queremos es trabajar juntos para proteger el legado de uno de los mejores presidentes que ha tenido Colombia y avanzar en la solución de una de las más sentidas necesidades de los colombianos: la generación de trabajo, trabajo y más trabajo, con mejores ingresos.

Para ello tenemos un completo programa de gobierno, una hoja de ruta clara y definida para ejecutar desde el mismo día de la posesión, elaborada con los mejores técnicos en todas las áreas. Nos proponemos que en cada hogar haya al menos una persona con trabajo formal, es decir, con aportes a salud y pensiones, y todos los beneficios y prestaciones. Insisto: queremos más trabajo, mejor pagado y con todos los beneficios de ley para los colombianos.

He tenido la oportunidad de estrechar la mano de miles de campesinos, amas de casa, viudas, empresarios, obreros y jóvenes que trabajan con honestidad para forjar un mejor futuro. He compartido y dialogado con ellos y soy testigo de la esperanza que hay en sus ojos. Hoy siento una inmensa gratitud por haber tenido este privilegio de recorrer el país a fondo y ver el alma de esta patria reflejada en el rostro de cada colombiano emprendedor.

Quiero agradecerles a todos los que nos han acompañado con emoción y entusiasmo. Me siento complacido con la campaña responsable, alegre y emotiva que construimos, debatiendo ideas al tiempo que entonamos y bailamos canciones. Tengo la satisfacción del deber cumplido. Ahora, el domingo, los colombianos tenemos una tarea definitiva: votar.


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