martes, 13 de abril de 2010

Liberalismo, en alerta roja


Tan profunda es la crisis del Partido Liberal que los expertos no dudan en plantear dos escenarios sombríos para la colectividad roja: su fuerza electoral no es suficiente para pasar a segunda vuelta y, lo más preocupante, de ‘quemarse’ en las próximas elecciones presidenciales podría hasta desaparecer.

La crisis del liberalismo, consideran especialistas consultados por El País, obedece a dos hechos históricos: la opinión pública todavía le está cobrando el escándalo del Proceso 8.000.

De ahí, dicen, el desgaste que se tradujo en la pérdida de dos elecciones presidenciales consecutivas.

Y, en segundo lugar, la forma ‘radical’ en que planteó el esquema de oposición a dos gobiernos continuos de Álvaro Uribe. Ello, sumado a la lentitud en su proceso de renovación interna a pesar de los esfuerzos del ex presidente César Gaviria, tiene al Partido Liberal en su más profunda encrucijada.

Tanto así que el propio ex mandatario Gaviria no descarta, aunque sin comprometer ningún nombre, la posibilidad de “apoyar a quien se comprometa con nuestras ideas”.

Sin embargo, esa opción no se ve tan fácil. El catedrático Ancízar Marroquín descarta un posible acuerdo con Germán Vargas, que apenas figura con el 4% en las últimas encuestas.

“Las alianzas electorales no se hacen entre dos débiles -Partido Liberal y Cambio Radical- sino que suman cuando se hacen entre un fuerte -la U- y un débil”.

Marroquín prevé que una tercera derrota electoral “podría, incluso, llevar a la desaparición del Partido Liberal”.

En ese sentido, el analista Marco Romero dice que muchos sectores liberales que “no están dispuestos” a una tercera derrota presidencial y a mantener el esquema de oposición al próximo gobierno, “buscarán adherir a otro candidato de estirpe liberal que sería Juan Manuel Santos, o a alguien que les ofrezca ‘cogobernabilidad’, como Noemí Sanín”.

Romero agrega que después de doce años alejado del poder, el Partido Liberal “necesita formar parte de la administración”, pues sostiene que una colectividad política que no llega a la Casa de Nariño después de tres elecciones consecutivas, “es evidente que está perdiendo su vocación de poder”.

Los observadores consideran que la crisis liberal está llevando a esta colectividad a un escenario mucho más crítico: una eventual reunificación no se daría alrededor del oficialismo, sino de una disidencia, en este caso el uribismo.

Y destacan que si bien el candidato oficial, Rafael Pardo Rueda, tiene todas las cualidades, experiencia y preparación, no ha logrado unificar el partido, pese a que en las pasadas elecciones parlamentarias conservó su caudal electoral.

“Todo apunta a que el liberalismo tendrá que entrar como socio minoritario en una coalición de gobierno que muy posiblemente sería el Partido de la U. Es decir, que la fuerza del oficialismo liberal es cada día menor”, agrega el experto Jorge Giraldo Ramírez.

Las fuentes consultadas coinciden en que si Pardo no repunta en las encuestas antes del 6 de mayo, cuando vence el plazo para retirar candidaturas, podría pasarle lo que a Sergio Fajardo: después de estar en los primero lugares en las encuestas tuvo que adherir “sin mayores condicionamientos” al Partido Verde como fórmula vicepresidencial.

Suspenden legislador

El recién elegido representante a la Cámara por el Partido Liberal en Atlántico, Enrique Chapman Bacca, fue suspendido por tres meses ya que ocultó información sobre su pasado judicial.

Las directivas señalaron: “Con sorpresa recibimos en el Partido Liberal la información publicada por la revista Semana, según la cual Enrique Chapman fue condenado por narcotráfico y purgó una pena de prisión en una cárcel de EE.UU”.


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