A PESAR de que el presidente Uribe le impuso el reto a su gobierno de trabajar con mayor intensidad de aquí al 7 de agosto, cuando finaliza su mandato, todo indica que en materia legislativa este empujón de última hora no tendría mayor eco.“Los gobiernos generalmente son retados, con una costumbre ya inveterada, en los 100 primeros días de Gobierno. Yo creo que aquí nosotros nos hemos propuesto asumir otro reto: retarnos en los últimos 150 días de Gobierno. Hacer todo, todo lo posible, sin perder un minuto, para contribuir a que Colombia avance”, dijo Uribe.
El Mandatario hizo el anuncio el pasado 7 de marzo en el marco de un consejo comunal en Neiva, departamento del Huila. En ese sentido, pidió que en los consejos que restan de su período se diligencie un acta con las tareas que se pueden realizar antes del 7 de agosto.
“Las tareas que nuestro Gobierno tiene que impulsar con todo dinamismo en estos días finales, y los otros aspectos que se dejen en un documento, a respetuosa consideración de la siguiente administración presidencial. Es la razón de estos encuentros”, dijo Uribe.
En el consejo comunal realizado en el municipio de Sopó, el pasado 13 de este mes, Uribe reunió a todos sus ministros para que explicaran cuáles eran sus retos para la última etapa de este Gobierno, entre los cuales el empleo fue uno de los temas que salió a relucir.
Los retos legislativos
En cuanto a los objetivos que tiene al actual Gobierno para presentar al Congreso, el cual finalizará el cuatrienio el próximo 16 de junio, el ministro del Interior, Fabio Valencia, dijo que la preocupación es asegurar la agenda legislativa con proyectos como la descongestión judicial y la ley de pequeñas causas, la cual fue tumbada por la Corte Constitucional en septiembre de 2008.
Sin embargo, Uribe sumó más a los objetivos al solicitarle a Valencia que el Ejecutivo presente con urgencia un proyecto para reglamentar las consultas populares de los partidos.
Pero, ¿habrá ambiente en el Congreso para tramitar esta agenda gubernamental, teniendo en cuenta que sólo le quedan 33 días para reunirse, restando la Semana Santa; que muchos de los congresistas que se quemaron el pasado 14 de marzo serán presa del desgano y el ausentismo y que está de por medio la campaña presidencial?
Al respecto, el senador del Partido Social de Unidad Nacional (La U), Jairo Clopatofsky, quien no alcanzó la suficiente votación para estar en el próximo Congreso, señaló que no ve ambiente en el legislativo para estas iniciativas “por las campañas presidenciales, porque la gente que no quedó está desmotivada”.
Añadió que en su caso personal cumplirá con su trabajo, pero “no veo ambiente porque la gente se va a meter más en las campañas presidenciales”. Dijo que las comisiones y plenarias se reunirán y seguramente se aprobarán algunos proyectos pero no de la importancia que el Gobierno está planteando.
Clopatofsky explicó que esta situación es propia de la mecánica del Congreso cuando coinciden el final del cuatrienio legislativo y las elecciones parlamentarias y presidenciales.
Por su parte, el senador Parmenio Cuéllar, del Polo Democrático, quien fue unos de los quemados en los comicios, dijo que “este Congreso que está terminando ya no tiene ninguna voluntad de hacer absolutamente nada”.
En cuanto a la descongestión judicial, el congresista dijo que el Gobierno no tuvo voluntad de sacarla adelante y, antes por el contrario, “desfinanció por completo la justicia, la ultrajó con las ofensas a la Corte” Suprema “y lo que dice ahora es simplemente para especular hasta el final de este mandato”.
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