viernes, 5 de marzo de 2010

Los partidos políticos no atienden las prioridades ciudadanas, reveló encuesta


El comportamiento de las colectividades en el Congreso no ayuda a mejorar la mala imagen que ostentan en la sociedad.

LOS PARTIDOS políticos colombianos no atienden suficientemente las prioridades de la ciudadanía, según la percepción de los encuestados por Invamer Gallup para un estudio cuyos resultados fueron divulgados ayer.

Se trata de la Encuesta nacional sobre partidos políticos, presentada por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud, Colombia), la corporación Transparencia por Colombia y el Instituto Republicano Internacional (IRI).

Los resultados de la encuesta revelaron que aunque los partidos políticos de Colombia son considerados como muy importantes para la democracia, los ciudadanos les otorgan la peor calificación entre las instituciones públicas del país y las autoridades.

Cuando se preguntó acerca de esa importancia, el 63 por ciento de los encuestados declararon que creían que eran muy importantes y significativos.

Sobre los problemas que distancian a los ciudadanos de los partidos, los entrevistados pusieron en primer lugar la falta de interés, no prestar atención a las prioridades de la población y falta de comunicación con la comunidad; en segundo lugar, que no generan oportunidades para los ciudadanos, falta de transparencia, corrupción, la promoción de un sistema político basado en el clientelismo y que “ellos no ofrecen soluciones a los problemas del país”; finalmente, que su ideología no es clara y “que prometen y no cumplen”.

Teniendo en cuenta los tres conjuntos de cuestiones planteadas por los colombianos, los resultados de la encuesta sugieren que el aumento de la credibilidad de los partidos políticos, como vehículos de representación democrática, debe incluir las siguientes tres soluciones: fomentar una mayor adhesión, la lucha contra la corrupción y el cumplimiento de sus promesas.

Distancia

Los encuestados identificaron la falta de compromiso de las colectividades partidistas con los ciudadanos, la falta de transparencia, la corrupción y la falta de ideología, como algunos de los principales problemas que enfrentan actualmente por estas organizaciones.

“El estudio lo que arroja es que la gente espera sobre todo que le atiendan servicios básicos, que le atiendan el problema del desempleo y de la pobreza”, explicó Elizabeth Ungar, directora de Transparencia por Colombia. “Después viene el tema de seguridad y la solución al conflicto armado y el desplazamiento. Entonces la gente sí identifica claramente la posibilidad de que le resuelvan algunos problemas básicos”, precisó.

“Lo que se ha acanallado en todo el mundo es la política”, comentó el ex canciller Augusto Ramírez.

“La política hay que dignificarla”, indicó, para considerar que los propios partidos no ayudan mucho a mejorar su propia mala imagen. “Hemos entrado en un círculo vicioso gravísimo y es que, de acuerdo con la encuesta, los partidos políticos son lo último en la opinión pública y al mismo tiempo no se dan los instrumentos ni hacen las presentaciones para que salgan del foso”.

Se requiere que la sociedad comprenda, señaló Ramírez, que “los que manejan el poder y los que manejan el país, que es la empresa más importante de cualquiera de nuestros ciudadanos, son precisamente los políticos”.

“Entonces”, siguió, “no sólo hay que censurarlos; hay que reconocerles a aquellos y hay muchos que son dignos, que trabajan por el bien común”.

Liberales y conservadores

Sobre el alto índice de quienes se dicen liberales, Ungar apuntó que su interpretación “es que sigue siendo un partido que apela más a la ciudadanía y que la gente identifica partido político con Partido Liberal. Todavía existe esa vinculación”.

“Yo creo que el Partido Liberal sigue siendo organizado, con todos sus defectos; que para la gente sigue identificando el concepto partido político con el Liberal”, dijo.

La catedrática invitó a quienes desde los medios y la academia revalúan los preconceptos de que “el Partido Liberal es tan malo y está tan desprestigiado” porque, según lo evidencia la encuesta, “lo que la gente percibe claramente es que no” es así.

En cambio, el Partido Conservador podría estar en medio de una ambigüedad a los ojos de muchos colombianos. “Hoy para mucha gente no es claro si el Partido Conservador sigue siendo el mismo o está más cerca del uribismo y del Partido de La U”.

A pesar de estos resultados, Ungar es optimista de “que los partidos, como organizaciones, van a salir reivindicados en estas próximas elecciones”.

Vigilancia

Para el ex vicepresidente Humberto de la Calle, parte del desprestigio partidista está en la falta de controles efectivos a temas como la financiación ilegal.

“Yo creo que el Consejo Nacional Electoral ha mejorado mucho. Estamos viendo cómo una nueva etapa del Consejo está interviniendo, tratando de hacer cumplir la ley”, apuntó.

“Pero sigue siendo un órgano débil. Eso no es culpa del Consejo sino de la propia organización estructural. No tiene dientes. No tiene instrumentos suficientes, particularmente en lo que tiene que ver con el control de la financiación, que es el punto que tocamos ahora”, disertó.

Para De la Calle, “todavía se violan los topes, todavía hay mucha financiación en los niveles municipales; donaciones en especie, tan difíciles de registrar”.
Aclaró que “ningún país ha logrado vencer este problema del financiamiento de manera óptima, ciento por ciento correcta”.

“Pero, dijéramos que en Colombia además se agrega el famoso problema del dinero negro, de las presencia de las mafias, de la parapolítica; y eso hace que todavía la tarea sea más complicada”, expresó.

En cuanto a la financiación totalmente estatal para la política, dijo que “me parece que es en cierta forma una ingenuidad creer que si el Estado dice ‘yo financio integralmente la campaña’, las mafias y el dinero de la corrupción se van a quedar quietecitos”.

Para él, la verdad es que “van a tratar, al contrario, por encima de la financiación estatal y de manera clandestina, de influir de todos modos en la elección a través de los candidatos de su predilección”.

Se apresuró a aclarar que “la financiación por cuenta del Estado ha sido una buen instrumento, en términos de transparencia y sobre todo de participación política; pero”, indicó, “creer que la mafia va a dejar de dar plata porque el Gobierno diga que va a financiar el ciento por ciento de las campañas, es una ilusión”.


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