jueves, 25 de marzo de 2010

Académicos de la región analizan qué pasó en elecciones del Valle


EN EL ojo del huracán están los comicios legislativos que se realizaron el pasado 14 de marzo en el Valle del Cauca por el incremento, para algunos, exagerado en la votación, que se explicaría por los acuerdos políticos y no como resultado de la voluntad popular.

Así lo expresó ayer la directora de la Misión de Observación Electoral (MOE), Alejandra Barrios, quien pidió que los comicios en esta región sean declarados ilegítimos. Además señaló que la corrupción y los dineros del narcotráfico fueron la fuente de financiación de varias campañas.

Precisamente, las denuncias sobre supuestas irregularidades en las elecciones legislativas hicieron que ayer el Consejo Nacional Electoral (CNE) decidiera que los votos depositados en este departamento sean trasladados a Bogotá para hacer el escrutinio uno a uno.

Ante este panorama, consultamos a la academia de esta región del país para conocer su punto de vista sobre lo acaecido en estos comicios.

El politólogo y académico Libardo Orejuela indicó que al tradicional esquema de usar la burocracia y los contratos para obtener réditos políticos, en esta oportunidad se sumó la aparición “del hombre del maletín, esto se verifica cuando personas que no eran conocidas en algunos municipios, básicamente en el norte vallecaucano y el sur del departamento, terminaron obteniendo guarismos inexplicables”.

Añadió que lejos de pensar en que se incrementó la participación ciudadana, “la estructura del bolsillo reemplazó las propuestas programáticas”. Además dijo que la campaña publicitaria fue desbordada y una nuestra de ello se apreció en la ciudad de Cali.

Entre tanto, la jefe del Departamento de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Occidente, Mónica Palacios, dijo que hay gran preocupación en la sociedad civil y en los directorios de algunos partidos políticos por las denuncias que hay por los comicios en este departamento. “Lo que nosotros vemos es un irrespeto a la normativa colombiana, no ha habido un proyecto de cultura ciudadana, de construcción política que permita que desde el Estado y los mismos directorios políticos se pongan de acuerdo en torno a la regulación y el control para evitar este tipo de impasses. Esta es una manifestación más de los graves problemas de corrupción política a la que nos estamos viendo sometidos”.

Mientras que María Eugenia Hernández, coordinadora del área de Periodismo de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Autónoma de Occidente, señaló que junto con sus estudiantes se dieron a la tarea de hacer un ejercicio de seguimiento a las elecciones legislativas, que además complementó con su labor como jurado de votación en esa jornada. “Y puedo decir que efectivamente fue inusitado el volumen de gente que se acercó a las urnas a votar. Uno se encontraba con cosas sorprendentes como gente que no tenía idea de a qué iba, que incluso pedían tarjetón para presidente. Entonces se notaba que una cantidad de gente fue porque detrás deben tener fuerzas que estaban procurando que lleguen a las urnas a cumplir no con un voto sagrado, sino que simplemente le dijeron que votara de determinada manera”.

Igualmente, la académica se mostró sorprendida por la cantidad de publicidad. “Uno dice, de dónde sale tanta plata para invertir en publicidad. La ciudad (Cali) atestada, digamos que el ruido que generaba tanta cantidad de vallas, pasacalles y cuñas en la radio, en la televisión. Uno se pregunta, ¿quién está detrás de eso? Si la situación del país económicamente está caída, ¿de dónde sale tanto caudal, de dónde sale tanta economía? Entonces yo digo que efectivamente aquí tiene que estar pasando algo”.

Hernández dijo que le duele lo que está sucediendo porque piensa que el país en este momento está estigmatizando al departamento por lo acontecido en las elecciones, y “está sintiendo que por eso la mayoría del Valle del Cauca estamos metidos en asuntos de corrupción, de paramilitarismo u oscuros, y me parece que no. La mayoría de la gente del Valle del Cauca somos gente trabajadora, somos gente buena, lo que pasa es que no nos hemos podido quitar el estigma de encima”.

Dos lecturas

En días pasados, el gobernador del Valle, Juan Carlos Abadía, calificó como irrespetuoso al candidato presidencial liberal, Rafael Pardo, por señalar como inexplicable el aumento de la votación en este departamento en las elecciones del 14 de marzo. “Es el colmo que, mientras el país lleva años combatiendo la abstención, ahora un candidato critique que la gente salga a votar, violentando el libre ejercicio de la democracia”, expresó Abadía.

Para el analista político Miguel Yusti, un análisis de las elecciones indicaría que se rompió el abstencionismo que históricamente se ha mostrado en esta sección del país. “En las elecciones de 2002 y 2006 la abstención en el departamento aumentó en cuatro puntos. Nosotros pasamos de 60 a 64 en el año 2006”, una de las más altas del país, dijo.

Añadió que desde el punto de vista formal, estas elecciones rompieron la tendencia de abstención, además que se mejoró la participación de la región pues se pasó de siete a nueve senadores en el nuevo Legislativo.

Pero, acotó, que si el análisis se hace más a fondo hay que preguntarse ¿Por qué aumentó la votación, “¿por qué en municipios la votación aumentó en un 300 por ciento. Ese es otro análisis que hace parte de las denuncias que se han hecho”, dijo.


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