viernes, 12 de febrero de 2010

“La Iglesia no necesita permiso para dialogar”


LA SITUACIÓN de inseguridad provocada por las bandas emergentes en el país sobrepasó los límites y por eso los obispos de la Iglesia Católica insistirán en mantener los contactos y diálogos con estas organizaciones, con o sin autorización del Gobierno.

De acuerdo con lo expresado por monseñor Jaime Prieto Amaya, obispo de la Diócesis de Cúcuta, los pastores no necesitan permiso para dialogar con sus ovejas.

“Como pastores y párrocos no necesitamos permisos para hablar con quienes están en nuestra jurisdicción, nosotros permanente estamos hablando con todos. Ellos vienen y se acercan a uno y no podemos rechazarlos”, indicó el prelado.

Algunos obispos reunidos en la Conferencia Episcopal señalan que el objetivo de los diálogos pastorales debe ser un pacto de no agresión, orientado a un futuro sometimiento a la justicia, y “por eso la Iglesia no puede se indiferente ante tanta violencia” dijo monseñor Rubén Salazar, Presidente de la Conferencia Episcopal.

“Es que tenemos que hacer algo, no podemos permitir que el país se siga desangrando, desafortunadamente la situación con las bandas y que el país vaya al caos, la situación se ha ido agravando, no podemos como pastores seguir indiferentes”, explicó.

Esto significa que los obispos en sus regiones continuarán los acercamientos no solo con bandas emergentes sino con todas las organizaciones armadas.

Los pronunciamientos de los jerarcas de la Iglesia Católica son una respuesta a lo afirmado por el comisionado de Paz, Frank Pearl, quien dijo que esos contactos deben hacerse exclusivamente bajo “el imperio de la ley” y advirtió que el Gobierno nacional no aceptará pactos entre bandas criminales, sino su sometimiento a la justicia penal.

“No podemos permitir que el país se siga desangrando y se vaya al caos por la situación con las bandas emergentes. No podemos ser indiferentes ante esta realidad”, insistió monseñor Salazar al explicar que algunos obispos del país seguirán adelante en su propósito por lograr que estas bandas cesen sus actos de violencia y se sometan a la ley.

“Es necesario, antes de un diálogo con el Gobierno, hacer un diálogo pastoral con los jefes de estas bandas, dijo.

Entre tanto, la Comisión de Notables, creada para buscar una reconciliación entre las bandas delincuenciales de Medellín, responsabilizó al Gobierno nacional y en particular al comisionado de Paz, Frank Pearl, por las consecuencias de una eventual ruptura en la tregua conseguida por esos grupos criminales en Medellín y el Aburrá.

El portavoz de esa Comisión de Notables, el abogado Jaime Jaramillo Panesso, declaró a través de Caracol Radio que la Constitución Política Colombiana consagra claramente los Derechos Humanos y, por ello, como sociedad civil, asumieron el deber y el compromiso por trabajar y defender los principales derechos humanos que son la vida y la paz.

“Esos deberes no los puede prohibir un funcionario de Estado”, sentenció el jurista Jaramillo Panesso, al confesar su extrañeza por los términos del comunicado expedido por el Comisionado de Paz, suspendiendo los permisos para las tareas que adelantan los Notables en el valle del Aburrá.

A su vez, en Dosquebradas, con la participación de jóvenes que ya son veteranos jefes de esas organizaciones conocidos con los alias de El Caleño, El Coreano y Cilantro, se ha podido detener la guerra en barrios como Guadualito,Camilo Torres y El Martillo, cambiando los constantes enfrentamientos a bala por trabajo comunitario en proyectos productivos.


1 comentario:

Rodolfo Plata dijo...

La Iglesia conciliar no escucha solo habla, asi no hay dialogo.APELACIÓN –VS- LA BEATIFICACIÓN DE JUAN PABLO II: Un apostata no puede ser santo cristiano, a pesar de haber llevado una vida santa, ni por sus virtudes heroicas, ni por supuestos milagros, ni por haber sido el mejor de los Papas. Las implicaciones judaizantes de la Iglesia Conciliar y el diferendo pontificio {opuesto a la sentencia dictada por Cristo [Mateo XXIII, 1 al 35], señalando como reos merecedores de pena eterna a los seguidores de la doctrina (ethos supremaciíta) y la conducta (pathos criminal y genocida serial) judía}, al opinar falazmente que “los judíos son nuestros hermanos mayores en la fe”, son una grave apostasía que ameritan la apelación del procedimiento de beatificación que decidirá la victoria o derrota del judaísmo sobre el cristianismo y, la trascendencia o la involución de la humanidad. http://www.scribd.com/doc/17330520/COMPLOT-CONTRA-LA-IGLESIA-EL-ESTADO-Y-LA-SOCIEDAD