miércoles, 10 de febrero de 2010

Colombia al borde de colapso por segunda reelección, según estudio revelado ayer


El ex asesor presidencial José Obdulio Gaviria volvió a insistir en el Estado de Opinión, al que calificó de relación directa del Ejecutivo con la población.

COLOMBIA ESTARÍA al borde de un colapso si el presidente Álvaro Uribe es reelegido por segunda vez, concluye la investigación presentada por el Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad (Dejusticia), a cuya presentación fueron invitados el senador Jorge Enrique Robledo, del Polo Democrático, y el ex asesor presidencial José Obdulio Gaviria, en el marco del panel El equilibrio de poderes en Colombia, realizado en la Universidad del Rosario.

Estudio

Según el profesor Mauricio García, representante de Dejusticia, el riesgo de que en Colombia haya un colapso institucional debido al desequilibrio entre poderes, está en la ilegalidad del actual Gobierno.

“Los riesgos que tenemos con la aprobación de la segunda reelección son enormes y tiene que ver con una especie de desequilibrio o de balanceo hacia el lado de la ilegalidad, en el que ya los últimos años nos hemos involucrado suficientemente”, dijo García.

El profesor García señaló que la debacle social e institucional se podría dar si Colombia entra en la lista de naciones que han aprobado una segunda reelección, la cual ha arrojado un incremento significativo en la corrupción e ilegalidad: “Países como Argelia, Bielorrusia, Burkina Faso, Kazajistán, Nigeria y Túnez han aceptado una segunda reelección y nosotros haríamos parte de este club poco honroso, por los datos siguientes. El índice de democracia según The Economist para el 2008 está muy bajo. Colombia está mejor que estos países y no tiene porque estar en ese grupo. En el índice de democracia Colombia está en 60, mientras que los países antedichos están en 132, 133, en orden descendiente, ya que el mejor es el número uno”.

Según el panelista, también habría que mirar el índice de corrupción y “Colombia no está tan mal. Estas estadísticas muestran que los regímenes políticos que no tienen controles institucionales, puede que tengan separación de poderes, pero los que no tengan equilibrio de poderes, es decir que no tengan mecanismos de control institucional tienen muchísimo más riesgo de colapsar”.

García aseguró que la ilegalidad se da en prácticas como las ejecuciones extrajudiciales o falsos positivos: “Se ha mantenido la ilegitimidad, el clientelismo, la falta de percepción de legitimidad por parte de los ciudadanos.

Creo que ha habido un problema en los últimos años en el tema de la legalidad, porque todos los países de América Latina, del tercer mundo, todas las democracias no consolidadas tienen una zona muy grande híbrida entre lo legal y lo ilegal, y esa zona puede ser en el ámbito institucional como la Corte Suprema de Justicia o en el ámbito social. Ejemplo de ilegalidad podrían estar los falsos positivos, la alianza entre paramilitares y militares, etcétera”.

Según García, en Colombia durante muchísimo tiempo ha habido enormes problemas de eficacia del poder político y problemas de legitimidad del poder político: “Yo creo que en alguna medida con el Gobierno del presidente Uribe se han resuelto algunos problemas de eficacia, pero tengo muchas dudas sobre la permanencia de esos problemas, porque lo que ha habido es menos creación de instituciones y más expulsión de sectores armados ilegales, pero lo que hay que hacer es crear instituciones”.

“Yo le preguntaría”, añadió, “al doctor José Obdulio Gaviria o al procurador Alejandro Ordóñez si estarían dispuestos a defender las mismas opiniones en beneficio de la voluntad de las mayorías en la actualidad si el presidente fuera Jorge Enrique Robledo y estuviera en una situación de querer ser reelegido por segunda vez. ¿Los argumentos del Procurador seguirían siendo los mismos? ¿Seguirían siendo esos mismos argumentos apegados a la participación popular y a la voluntad del pueblo? Yo sospecho que no”.

Robledo

El senador Robledo dijo que el poder Ejecutivo está aplastando a los demás poderes, el Legislativo y Judicial, por lo que no se podría hablar de un equilibrio de poderes: “No importa que el Ejecutivo aplaste al Legislativo, porque es que el Legislativo es funcional al Ejecutivo. No importa que someta a la Corte Suprema de Justicia, porque esa también esa debe ser funcional del Ejecutivo. Porque la democracia consiste en tener el poder del Ejecutivo, en el caso nuestro mediante votación directa, y todos los demás se tienen que someter”.

Robledo le pidió claridad al Gobierno en este sentido: “Lo que se quiere es una administración sometida a los poderes del Ejecutivo. Eso puede ser así, pero que se platee con claridad y que se nos diga cómo es democrático o si no es democrático. O si es que la democracia no importa. Pero lo que si no se puede dejar pasar es que los poderes municipales y departamentales están absolutamente sometidos al a férula del Presidente de la República y eso no merezca alguna reflexión. ¿Es democrático en el ordenamiento territorial ese sometimiento?”.

Según el senador del Polo, el Gobierno está convirtiendo la democracia en un cascarón: “Elija su Alcalde, el Presidente no se lo impone, usted lo impone. Pero el Presidente, después, por debajo de la mesa, arrodilla y somete al Alcalde a todo tipo de determinaciones”.

Para el legislador, todo lo que se ha hablado en Colombia, de descentralización, de poderes locales, en la práctica se ha terminado negando, porque como por la acción política, como por las propias medidas, “hoy un Alcalde o un Gobernador, así sea de la oposición, es un súbdito del Presidente de la República”.

“Contraponer el Estado de opinión contra el Estado de derecho”, añadió Robledo, “es una atrocidad. Ese es el origen de las dictaduras”.

Gaviria

El ex asesor presidencial Gaviria defendió el concepto del Estado de opinión, al que el presidente Uribe ha concurrido: “El Estado de opinión es una idea del presidente Uribe sobre la necesidad de una relación directa del Ejecutivo con la población y sobre todo con su punto de vista”.

Según Gaviria, debe entenderse como que “de las fuerzas, la primera” es “la opinión pública”.

El ex asesor pidió que “no se desprecie la voluntad general” en el escenario de dicho Estado.

“El concepto de voluntad general está íntimamente unido a la democracia y a todos los mecanismos de participación ciudadana”, sostuvo.


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