Fue aprobado en comisión y todavía debe afrontar tres debates para pasar al control de la Corte Constitucional.“EL REFERENDO no ha naufragado”, dijo el abogado Rafael Colmenares, promotor de la iniciativa que convoca a la ciudadanía en defensa del agua como bien público en Colombia.
“No, no, para nada. El referendo fue aprobado por la Comisión Quinta de la Cámara con unas modificaciones que hemos nosotros explicado en qué medida nos parecen que realmente se apartan del texto original, pero en otras cosas nos parecen que lo recogen, pues faltan tres debates”, le explicó a este Diario.
Ayer trascendieron declaraciones del presidente de la Cámara, Edgar Gómez, del Partido Liberal, según las cuales por interés en los referendos reeleccionista y de la cadena perpetua, el del agua se había hundido en esa Corporación.
Según lo explicó Colmenares, director ejecutivo de la corporación Ecofondo, la Comisión Quinta de la Cámara fue inundada por “un caudal de 25 mil firmas” para exigir “respeto al texto original y al debido proceso del referendo en defensa del agua”.
“En una firmatón que duró 15 días, hombres y mujeres activistas del agua, de todos los rincones de Colombia, salieron de nuevo a recoger firmas de apoyo a esta iniciativa ciudadana y popular, que defiende el agua como bien común y público y derecho humano fundamental”, expresó.
El pasado 21 de marzo el Gobierno y la bancada uribista, a través del representante Roy Barreras, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), eliminaron, en la primera etapa de la iniciativa en la Comisión Primera de la Cámara, aspectos como la prohibición para que los particulares exploten el agua y presten los servicios de acueducto.
En esa oportunidad también se eliminó la expresión que establecía que el líquido vital “es un bien común y público”, y fue cambiada por el “de uso público”, lo mismo que el artículo que establecía que los servicios de acueducto solo podrían ser prestados por entidades estatales o comunidades organizadas.
En consecuencia, el promotor Colmenares y el representante Germán Navas, del Polo Democrático, apelaron de inmediato la decisión de la Comisión y llevaron el caso a la plenaria de la Cámara, por considerar que se alteró en su totalidad el proyecto presentado con respaldo popular, pero éste recurso fue negado.
Semanas después la misma plenaria de la Cámara aceptó una proposición hecha por los ponentes de la iniciativa, para que ésta fuera debatida con el texto original, en la Comisión Quinta de la misma Corporación, donde ya fue aprobado.
“Reconocemos algunos avances en el debate y en el texto aprobado por la mayoría de la Comisión Quinta”, reiteró Colmenares. “Este cenagoso paso por el Congreso muestra avances que ya reconocen el sentido y la viabilidad de esta propuesta. Son avances a cuentagotas, pues tienen serias limitaciones: la Comisión Quinta recortó los alcances del tema del derecho humano fundamental al agua potable, al reducirlo a una fórmula que reafirma de modo simple la esencialidad del agua para la vida; eliminó el parágrafo propuesto al artículo 365 de la Constitución Nacional sobre la no privatización y la gestión pública del agua; y limitó el mínimo vital gratuito a los estratos 1, 2 y 3, que son los sectores populares más empobrecidos y vulnerados en sus derechos y los de menores ingresos”, manifestó.
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