martes, 7 de julio de 2009

Reelección, la “más grave amenaza”: constituyentes


“La apelación al pueblo no purga el vicio que conduciría a la sustitución de la carta fundamental”, precisa su declaración

“LA MÁS grave amenaza contra la Constitución proviene de la reforma que permite la segunda reelección presidencial”, manifestaron los constituyentes de 1991 en una declaración firmada ayer con motivo del 18 aniversario de la carta magna colombiana.

El 4 de julio de 1991, Colombia promulgó una nueva Constitución reformando ampliamente sus instituciones. Bajo este marco normativo, se crearon, entre otras instituciones, la Fiscalía General (cuya función en los procesos penales corresponde a la etapa de investigación), la Defensoría del Pueblo (con el propósito de establecer un canal de interlocución entre el Estado y los ciudadanos), la Corte Constitucional (encargada del control constitucional y la protección de los derechos humanos), el Consejo Superior de la Judicatura (encargado del control y administración de la rama judicial) y por supuesto, la tutela o amparo (mecanismo de protección de los derechos fundamentales).

La Asamblea Nacional Constituyente fue convocada gracias a un pacto suscrito por las fuerzas políticas históricas y por nacientes esfuerzos políticos derivados de los pactos de paz de la época.

Ayer, los miembros de esta Asamblea y de la comisión especial legislativa, también llamada “congresisto”, órgano encargado de llenar el vacío legislativo que surgió cuando la Constituyente decidió suspender el anterior Congreso en sus funciones, se reunieron para evaluar el desarrollo de la Constitución del 91, “las reformas efectuadas y algunas iniciativas de modificación como la convocatoria a un referendo para la segunda reelección del actual primer mandatario”, según reza el preámbulo de la declaración.

Vicio reeleccionista

Los constituyentes no ahorraron esfuerzos en plantear la inconveniencia de prolongar el período presidencial.

Uno de ellos, por ejemplo, el ex canciller Augusto Ramírez Ocampo, le dijo a EL NUEVO SIGLO que, “de aprobarse una presidencia de 12 años es imposible establecer los pesos y contrapesos suficientes para que pueda realmente funcionar una democracia”.
Una tercera reelección consecutiva, que para Ramírez significa un período presidencial de 12 años, lesiona la estructura constitucional.

En su intervención, el constituyente Ramírez señaló que en Colombia no existe la democracia directa, que es la que permite gobernar acudiendo directamente a la población; de hecho, la declaración firmada por los ex integrantes de la Constituyente indica que “la apelación al pueblo no purga el vicio que conduciría a la sustitución de la carta fundamental”.

El gobernador Horacio Serpa, que presidió la Asamblea junto a Álvaro Gómez y Antonio Navarro, habló en su disertación sobre algunas de las 28 reformas constitucionales que han “desquiciado” el propósito de los constituyentes como, dijo, la de prolongar el período presidencial.

En su concepto, la primera reelección, que también calificó como “personalista”, permitió que el Ejecutivo tuviera injerencia en otras ramas del poder, minando su independencia.

Democracia

Sin embargo, Serpa destacó que, a pesar de todo, gracias a la independencia consagrada en la carta, la historia del país ha sido diferente y se preguntó qué hubiera pasado en estos 18 años con la parapolítica y la yidispolítica sin la Constitución del 91.

El constituyente Serpa aclaró que este no es un debate entre los amigos y los enemigos de Uribe, y manifestó que una sociedad seria no puede cambiar la constitución como una persona se cambia de camisa.

Que “Dios y el pueblo colombiano salven la democracia nacional”, dijo Serpa al concluir su alocución.
El otro ex presidente de la Constituyente presente en el certamen de ayer, el gobernador Navarro, tras hablar de los elementos nostálgicos de la convocatoria (ver recuadro), expresó que a pesar de las 28 reformas, la Constitución de 1991 sigue “vivita y coliando”, y que la carta magna colombiana se defiende sola porque fue el resultado de un consenso nacional.

Luego, en diálogo con los periodistas, Navarro que la Constitución no es una “colcha de retazos”, como algunos la califican, aunque es preciso reconocer que algunas de sus reformas han sido “inconvenientes”, como es el caso de “la reelección inmediata” y “la disminución de las transferencias a las regiones”.

Ampliando su concepto sobre el referendo reeleccionista, Navarro precisó: “Claro que no estoy de acuerdo con esa reforma constitucional”, porque desde la primera “debilitó el equilibrio de poderes”. Pero, además, dijo, abre inmensas posibilidades a la corrupción: “Qué tal malos presidentes o malos gobernadores o malos alcaldes intentando reelegirse”.


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