martes, 2 de junio de 2009

Salvo Uribe, todo apunta a las coaliciones


El Partido Liberal está en la encrucijada, lo mismo que el Polo y sectores independientes, pero que igualmente el uribismo, sin el Candidato-Presidente, resulta bastante débil y sería sometido a una segunda vuelta

1. ¿DEBACLE LIBERAL?: en la encuesta publicada ayer por RCN-Semana (Ipsos-Napoleón Franco), realizada en 11 capitales departamentales y otros municipios de menor rango, dicen pertenecer al Partido Liberal 24% de los interrogados. No obstante, los precandidatos que están en la consulta liberal apenas alcanzan el uno por ciento cada uno (Gómez Méndez, Cecilia López, Alfonso López, Héctor Helí Rojas y Aníbal Gaviria) mientras otros no registran. Es decir, que el grueso de la votación liberal va a sufragar por Álvaro Uribe -en caso de presentarse- y, en caso de no hacerlo, por Juan Manuel Santos, principalmente, y luego por Germán Vargas Lleras. En otras encuestas, como las realizadas por Datexto para LaW-El Tiempo, Rafael Pardo puntea en lo relacionado con la consulta interna. No obstante, cuando los candidatos liberales son puestos en el escenario global, marcan muy bajo en los sondeos, incluso bastante distantes de los candidatos afiliados al Polo Democrático. Esto significa que la campaña por la consulta liberal tiene problemas para despegar y el eventual candidato único de esa colectividad no parecería estar logrando el 12% que obtuvo Horacio Serpa en los comicios presidenciales de 2006.

2. PANORAMA CONSERVADOR: en la misma encuesta RCN-Semana el grueso de este Partido vuelve a acompañar al presidente Uribe. Si éste no es candidato, Andrés Felipe Arias sigue perfilándose como el aspirante único del conservatismo, tanto en la consulta interna, como en las encuestas globales. Quiere decir que pasó de Viceministro de Agricultura hace pocos años a un firme candidato presidencial. Además, mientras Arias lleva varios meses fuera de los reflectores gubernamentales, su mayor competidor por la sucesión uribista, Juan Manuel Santos, de La U, tuvo a su favor que la encuesta fue realizada entre el 22 y 25 de mayo, es decir en el momento de su pico más alto cuando dejó el Ministerio de Defensa. Por su parte, Noemí Sanín sigue siendo difícil de medir puesto que no ha dado una afirmativa o negativa a una posible aspiración presidencial. Se mantiene entre los primeros lugares de favorabilidad, aunque la intención de voto es leve por no saber el electorado su decisión.

3. INCERTIDUMBRE DEL REFERENDO: al igual que en otras encuestas, como la Gallup, en la de ayer el 65% de los consultados está de acuerdo con el sistema del referendo para cambiar la Constitución, de tal manera que el presidente Uribe se pueda lanzar a una segunda reelección. Al preguntarse si van a votar ese día, el 67% dijo que sí, de los cuales el 83% lo haría a favor. Esto quiere decir que, al final de cuentas, sólo un 55% de todos los encuestados votaría positivamente el referendo. Ello, calculado sobre un monto tradicional de once millones de votos que suelen ser efectivos en las elecciones, querría decir que seis millones de personas estarían votando afirmativamente. Si a esto se suma que quienes se oponen al referendo seguramente se abstendrán de ir a las urnas, luego de la campaña pedagógica respectiva, entonces se derivaría que, en efecto, la iniciativa no alcanzaría la cifra de 7,2 millones de votos que se requiere constitucionalmente para ser aprobada.

4. SEGUNDA VUELTA: en la encuesta RCN-Semana es la primera vez que los ex ministros uribistas, Santos y Arias, aparecen por encima de independientes como Sergio Fajardo. Sin embargo, cada uno por aparte se mostraría excesivamente débil hacia la primera vuelta, ya que sumados en una fórmula apenas llegarían a 31%, claro está si el presidente Uribe se abstiene de presentarse o no pasa el referendo. Es decir, que de todas maneras queda un excedente muy alto de votación. Esto significa que la pelea, por fuera del llamado uribismo, podría darse entre sectores del Polo, los independientes y los liberales (Fajardo-Mockus-Lucho Garzón; Gaviria-Petro; el primero y el segundo de la consulta liberal; o una consulta interpartidista entre los tres sectores). Cualquiera de ellos que pase a la segunda vuelta, seguramente armará una coalición que, dependiendo de las circunstancias, podría presentarse más fuerte que el uribismo. Esto es lo que el actual Presidente ha llamado la “hecatombe”, lo que podría redundar en resolver sus dilemas para candidatizarse. Lo mismo pasa con la encuesta Datexco, publicada también ayer, según la cual Sergio Fajardo lidera de lejos las preferencias pero tendría que someterse a una segunda vuelta. Es decir, salvo una nueva aspiración del Candidato-Presidente, todos los hechos conducen a que tiene que haber necesariamente coaliciones.

5. ESCENARIOS MÓVILES: la conclusión es que a un año exacto de los comicios para primera vuelta cualquier escenario sigue siendo altamente hipotético. Pese a ello, resulta igualmente paradójico que las encuestas reflejan un panorama similar al de las últimas elecciones, es decir con Uribe de primero con una alta votación, seguido por el Polo y de terceros los liberales. Sin embargo, la novedad son ahora los denominados independientes y el hecho de que aún hay 25 candidatos presidenciales, que desde luego se irán decantando en el camino, no sólo por las consultas internas, sino porque aún no se puede ni siquiera vislumbrar la realidad política. Muchos, en verdad, están haciendo campaña anticipada para el Congreso, gobernaciones o alcaldías, de manera que la temperatura de la opinión aún es impredecible.

6. TALÓN DE AQUILES: La encuesta RCN-Semana demuestra que el gran Talón de Aquiles del Gobierno continúa siendo la crisis económica, particularmente los impuestos y el desempleo. No deja de sorprender, por ejemplo, que al ser interrogados sobre la gestión del presidente Uribe en general, dé un resultado de aprobación del 76%. No obstante, al ponderar las respuestas sobre seguridad, relaciones internacionales, lucha contra la corrupción, inversión social, relaciones con el Congreso, economía, impuestos y desempleo, esa aprobación promediada baja al 55%.


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