Los cambios de partido se verán con reforma en firme

“Nadie ha expresado ese interés, porque yo creo que lo mejor es esperar a que salga la norma para evitar cualquier situación de interpretación de doble militancia en la bancada”: Gabriel Zapata

SOLAMENTE CUANDO la reforma política esté en firme, se revelarán los congresistas que quieren aprovechar los dos meses de transfuguismo que hasta ahora lleva el articulado del proyecto de acto legislativo número 12, faltándole sólo un debate en la plenaria del Senado.

En otras palabras, los tránsfugas se revelarán cuando la reforma política esté en firme.

Tránsfuga es, de acuerdo con la Real Academia de la Lengua, una persona que “pasa de una ideología o colectividad a otra”, que “con un cargo público no abandona este al separarse del partido que lo presentó como candidato”, o que, siendo militar, “cambia de bando en tiempo de conflicto”.

Y es exactamente lo que permite el proyecto de acto legislativo que la semana pasada pasó su penúltimo debate en la comisión primera del Senado.

Allí, en el artículo primero, que enmienda el artículo 107 de la Constitución, se propone un parágrafo transitorio que establece: “Sin perjuicio de lo dispuesto por el artículo 134, dentro de los dos (2) meses siguientes a la entrada en vigencia del presente acto legislativo, autorízase, por una sola vez, a los miembros de los cuerpos colegiados de elección popular, o a quienes hubieren renunciado a su curul con anterioridad a la vigencia del presente acto legislativo, para inscribirse en un partido distinto al que los avaló, sin renunciar a la curul o incurrir en doble militancia”.

Todavía ocultos

“Hasta ahora, por escrito, nadie ha expresado ese interés, porque yo creo que lo mejor es esperar a que salga la norma para evitar cualquier situación de interpretación de doble militancia en la bancada, que eso, obviamente, de acuerdo a los estatutos, les pueden traer problemas”, explicó a EL NUEVO SIGLO el senador Gabriel Zapata, director de la bancada de Alas Equipo Colombia.

“Eso afecta es a los partidos minoritarios porque fíjate que los partidos que hoy tienen personería jurídica como Alas Equipo Colombia, Colombia Viva, Colombia Democrática, Apertura, etcétera, y que no se verían cómo armar algo para las próximas elecciones, sus militantes van a ir hacia otras colectividades”, señaló por su parte el senador Samuel Arrieta, presidente de Convergencia Ciudadana.

“Esta disposición, sin duda, está diseñada para generar una desbandada en los partidos minoritarios y desaparecer por sustracción de materia la participación política minoritaria en el Congreso”, sostuvo Arrieta.

En cambio Zapata, no fue crítico con la iniciativa: “Yo diría que es una regla del juego establecida en general para todos los partidos y movimientos y que nosotros inclusive la compartimos, para las personas que de una u otra forma se sientan más cómodos desde el punto de vista doctrinario y obviamente de su campo de acción para estar en otros movimientos, aspirando al próximo Congreso. Pues nos parece que es un factor abierto a la democracia y estamos totalmente de acuerdo con él”.

Y aclaró que “hoy es muy difícil calcular cómo van a ser esos movimientos; tenemos la certeza de que en el momento de que esa norma quede en firme, seguramente en los partidos van a ocurrir esos fenómenos”.

El senador Arrieta le comentó a este diario que, por fuera de su partido ha escuchado de algunos congresistas de Cambio Radical, que como Elsa Gladis Cifuentes, dijo él, “quieren irse”; sin embargo, dentro de Convergencia Ciudadana, manifestó que “yo no se quienes, pero hay más de uno que han dicho que se quieren ir para otros partidos, para el conservatismo, para La U”.

“Lo cierto”, dijo Arrieta, “es que este artículo es un punto, un elemento de trasfuguismo prohibido por la Corte y por el acto legislativo 01 del 2003”, precisamente por lo cual “yo dejé una constancia contra ese artículo”.

Por lo pronto, Arrieta sostuvo: “Yo me quedo en Convergencia Ciudadana”. Y añadió: “Aquí estoy y aquí me quedo”.

Sin ideología

Por su parte, el presidente del Polo Democrático, Carlos Gaviria, sí descartó que haya cambios en las bancadas de su organización política por cuenta del transfuguismo permitido en la reforma política.

“A mi no me gusta que se propicie y casi se estimule ese trasfuguismo, porque justamente eso contribuye a que se vuelva a la política colombiana del pasado, que es una política sin ideología: ‘yo no me afilio a un partido por el programa que tiene sino porque me puede avalar y con él puedo salir senador o representante’. Eso me parece a mi sumamente dañino cuando lo que debimos estar haciendo era consolidando programas de partidos”, aseguró Gaviria a EL NUEVO SIGLO.

También el jefe del Partido Liberal ha criticado el artículo de la reforma que habilita a los congresistas para que, una vez aprobado el acto legislativo, puedan trasladarse de un partido a otro: “Este artículo se había podido aceptar si no fuera por la reelección. El transfuguismo del cambio de partido y la reelección son supremamente peligrosos para la democracia colombiana. Ya la Corte Suprema dijo que era delito y hay unos congresistas detenidos por ese motivo”.

Dentro del mismo liberalismo, la senadora Cecilia López dijo hace poco que “darle carácter constitucional al transfuguismo político es una clara jugada que busca fortalecer al uribismo de cara a las próximas elecciones para el Congreso. Es un hecho que este sector político está llevando a cabo una estrategia para conformar un solo partido, en el que quepan la mayoría de los miembros de la bancada”.

“A esto se le suma que dentro de otras fuerzas políticas también hay signos de trasfuguismo, como el que se vislumbra dentro de quienes apoyan a Rodrigo Rivera en el Partido Liberal y podrían, en un futuro próximo, dar el salto hacia la coalición del actual gobierno”, añadió la legisladora.

Hace diez días, durante la audiencia pública organizada por la comisión primera del Senado, el tema del transfuguismo fue uno de los que generó más críticas por parte de los participantes en ese debate.

Por ejermplo, el constituyente Augusto Ramírez Ocampo resaltó que, aunque la reforma consagra la sanción a la doble militancia, “luego borran con el codo lo que hicieron con las manos”. Para él, la doble militancia para armar nuevas mayorías es una especie de vagabundaría electoral, para irse de un punto a otro, donde más alumbre el sol.