Los siete picos de crisis que están rodeando al Gobierno

Las chuzadas, el caso Noguera, los negocios de Tomás y Jerónimo Uribe, la parapolítica, la financiación del referendo, los falsos positivos y el manejo de la crisis económica llenan de desconfianza a la opinión pública.

LA POPULARIDAD del presidente Álvaro Uribe, de acuerdo con las cifras de los sondeos de Invamer Gallup, se viene deteriorando mes tras mes.

De acuerdo con los últimos datos difundidos por la encuestadora la semana pasada, el índice de aprobación para Uribe es de 71 por ciento, bajando tres puntos en el último bimestre. En julio del 2008, cuando se realizó la Operación Jaque, Uribe alcanzó una aprobación del 86 por ciento.

Siete picos de crisis que rodean en este momento al Gobierno explican en buena parte el comportamiento de la opinión.

1. Las chuzadas
Aunque el presidente de La U, Luis Carlos Restrepo, dijo que el tema de las interceptaciones ilegales del DAS era “un prontuario construido por información de los medios”, esta semana quedó aclarado que las chuzadas sí se realizaron y se trataba de una práctica que ya se ejecutaba en 2006.

Los congresistas consultados por EL NUEVO SIGLO, tanto en la bancada uribista como en la oposición, coinciden en que el aspecto central del asunto es político, porque los detectives del DAS obedecían órdenes y por lo tanto es necesario establecer quién daba las instrucciones en un organismo de seguridad que depende de la Casa de Nariño.

2. El caso Noguera
Aunque ambos escándalos están relacionados, no es lo mismo establecer interceptaciones y seguimientos ilegales, cuyos objetivos aun se desconocen, que poner el DAS a disposición de los jefes paramilitares Rodrigo Tovar, alias Jorge 40, y Hernán Giraldo, alias el señor de la sierra, que es de lo que la Fiscalía acusa a Jorge Noguera, ex director del organismo presidencial.
Según el expediente de la Fiscalía, Noguera habría participado, “a través de la entrega de información” a los paramilitares, en los homicidios de Alfredo Correa de Andreis, Zully Esther Codina, Fernando Pisciotti y Adán Pacheco Rodríguez, entre otras víctimas.
Los crímenes han sido reconocidos por los paramilitares de la Costa, especialmente por Édgar Ignacio Fierro, alias don Antonio.

3. Los negocios de Tomás y Jerónimo
El debate de control político desarrollado el martes por la plenaria del Senado dejó en claro que los hijos del presidente Álvaro Uribe se beneficiaron de decisiones oficiales de autoridades locales y nacionales y que, ya sea que los distintos funcionarios supieran o no de los intereses de Tomás y Jerónimo Uribe en el negocio de la Zona Franca de Occidente, les compete una responsabilidad política por acción o por omisión.

4. Parapolítica
Esta semana, la captura de la hoy ex senadora Zulema Jattin puso de nuevo de presente la pertenencia a la bancada uribista de la mayoría de los más de 30 congresistas presos y de los muchos que todavía aguardan con reserva las decisiones de la Corte Suprema y la Fiscalía dentro del proceso de la parapolítica.

5. Financiación del referendo
Mientras las mayorías uribistas en el Senado se preparan para votar el próximo martes en último debate el referendo reeleccionista, el registrador Carlos Ariel Sánchez ya precisó que esa iniciativa no ha cumplido los requisitos de ley, ya que “no se ha podido certificar el cumplimiento de los requerimientos en materia de topes”, es decir, de los límites máximos fijados a la financiación de la campaña para la recolección de firmas.
Eso sin contar con las acusaciones sobre las irregularidades cometidas durante el trámite del proyecto de ley, como es el caso del cambio del texto.

6. Falsos positivos
Hace pocos días el representante uribista Juan Manuel Hernández le dijo a EL NUEVO SIGLO que sólo había 10 casos de ejecuciones extrajudiciales, o falsos positivos, debidamente judicializados, pero que existían “investigaciones entre Procuraduría y Fiscalía que están del orden de unos 900 casos”.
El origen de estas actuaciones está, según el ex presidente Andrés Pastrana en una “resolución” que, dijo, establecía “las recompensas al interior del Ejército” y sería el “documento con el cual se reglamentaban los falsos positivos”.

7. El manejo de la crisis económica
Quizás el punto máximo del cuestionado manejo que el Gobierno le ha dado a la crisis económica está en la reducción de 400 pesos en el precio de la gasolina, cuando congresistas y dirigentes gremiales calcularon en 1.600 pesos la disminución que bebería haberse decretado.

Y es que la opinión pública no podrá olvidarse de que durante muchos meses el Gobierno insistió en que la economía estaba “blindada” ante la crisis, lo que a la hora de la verdad no resultó ser cierto, como tuvieron que reconocerlo el presidente Uribe y sus ministros.