El Gobierno y la senadora desmintieron que el primero haya descartado la posibilidad de una mediación extranjera por medio del representante James McGovern. Sin embargo, el tema sigue en el limbo.
QUE SEA sólo la senadora Piedad Córdoba la garante para la liberación de seis secuestrados que las Farc prometieron entregar para antes de que finalice este mes, pidieron ayer los familiares de los cautivos frente a la dilación que ha tenido el proceso.
Claudia Rugeles, esposa del ex gobernador del Meta Alan Jara y Patricia Nieto, compañera del ex diputado del Valle Sigifredo López, hicieron un llamado al Gobierno nacional para que acepte que sea sólo Córdoba quien acompañe a la misión humanitaria a cargo del Comité Internacional de la Cruz Roja (Cicr).
En el mismo sentido se declararon las asociaciones de familiares de uniformados secuestrados, las cuales exigieron celeridad para el proceso.
Como el Gobierno ya había habilitado a la senadora para tal fin, “no habría problema para continuar con el proceso”, afirmó Nieto.
Las declaraciones llegaron en momentos en que se rumoraba que el Gobierno habría negado la intervención del representante demócrata James McGovern, petición que había realizado la legisladora Córdoba el domingo anterior.
Aunque había trascendido que la negativa del Ejecutivo fue comunicada por medio del alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, a la legisladora liberal, luego de una reunión que sostuvieron el martes en la tarde, tanto el Gobierno como Córdoba negaron tales señalamientos.
En diálogo con EL NUEVO SIGLO, la senadora Córdoba manifestó que hasta el momento desconocía tal negativa del Gobierno. “No me han notificado nada, por lo que el nombre del señor McGovern aún está como posible garante. Lo demás que digan lo debe explicar directamente el Comisionado de Paz”, expresó Córdoba, quien había indicado días atrás que la presencia de McGovern sería aceptada tanto por el Gobierno como por la guerrilla. “Estoy completamente segura que al Gobierno le puede gustar y a las Farc también”, afirmó.
En la tarde, el Gobierno, a través de un comunicado de prensa, calificó los rumores como “versiones equivocadas”. “Nunca se recibió propuesta sobre la eventual participación del Congresista Norteamericano James McGovern en el proceso de liberación de secuestrados por parte de las Farc”, expresó el comunicado.
No obstante, este pronunciamiento no significaría la aceptación de dicha mediación, ya que a renglón seguido el Ejecutivo indicó que “la opinión pública conoce la postura del Gobierno en torno a las garantías ofrecidas para la liberación de secuestrados”.
Entretanto, se confirmó que mañana se realizará una nueva reunión en la que seguramente tanto Córdoba como Restrepo ahondarán en el tema de la mediación internacional.
Así las cosas, se prevé que el Gobierno continúe en firme con su postura de que sea el Vaticano el que designe a un delegado para la misión de liberación.
A la par del tire y afloje entre la legisladora y el Gobierno, el Cicr afirmó ayer que estas situaciones no deben impedir el curso del proceso.
Actualmente, la organización humanitaria ultima detalles para que un país vecino (posiblemente Ecuador) done los equipos de transporte y logísticos para la misión. Aunque los contactos se mantienen en secreto y son estrictamente confidenciales, se ha conocido que tan pronto la guerrilla entregue las coordenadas de tiempo, modo y lugar para la liberación, se desplazarán los equipos técnicos y humanos para comenzar la operación.
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