Hoy se conocerá si la labor de convencimiento del Gobierno Nacional y la bancada uribista lograron su objetivo de quitarle obstáculos al proyecto, que tiene menos de 30 horas para ser aprobado
LOS RESULTADOS de la tarea de convencimiento del Gobierno Nacional se conocerán hoy cuando se conozca la decisión que los congresistas de la coalición indecisos tomaron acerca de prestar su apoyo para que se apruebe en cuarto debate la Reforma Política.
Durante este fin de semana fueron constantes los llamados de funcionarios del Ejecutivo a los más de 20 senadores de la coalición gubernamental que se declararon impedidos o indecisos sobre los alcances legales y constitucionales de la reforma, temas que han llevado a la situación que se vive hoy dentro del Senado: el acto legislativo, que busca imponer pautas más severas a los partidos para sanear la política de cara a las elecciones de 2010 está a punto de ser archivado.
Según pudo establecer EL NUEVO SIGLO, los senadores fueron telefoneados entre sábado y domingo en la mañana por el ministro del Interior, Fabio Valencia, el propio presidente Álvaro Uribe y el secretario privado de la Presidencia, Bernardo Moreno.
En cada llamada, que no pasó de los 20 minutos, los funcionarios hicieron hincapié en la necesidad de que el proyecto sea aprobado y en los estudios constitucionales que se hicieron para que no tuviera vicios cuando sea examinado por la Corte.
Si la tarea resulta, el proyecto contaría con los votos necesarios para pasar. De lo contrario, no se descarta que en medio del debate de hoy se suspenda la sesión para que los líderes de bancada, el presidente del Senado, Hernán Andrade y el ministro Valencia Cossio lleguen a un acuerdo de última hora.
También se pudo conocer que Valencia Cossio llamó a varios líderes de la oposición del Partido Liberal para que los senadores respeten los pactos concertados con el Gobierno sobre la reforma que surtieron el trámite en la Plenaria de la Cámara.
Sin embargo la tarea no resultará fácil, ya que desde que iniciaron los debates los congresistas advirtieron de tres micos “que quieren ser aprobados con la venia del Gobierno”, como lo explicó el senador Héctor Helí Rojas.
Estos micos son, básicamente, la falta de precisiones en el articulado sobre las causales de castigos y sanciones disciplinarias a los partidos que avalen candidatos que más adelante sean investigados o condenados por nexos con los grupos ilegales; también, la oposición indica que no se ha precisado la fecha en la que entrará a regir la nueva ley, ya que en uno de los artículos indica que ésta no será a partir de la fecha de expedición, lo cual deja sin castigo a este Congreso y todo lo aprobado regirá al siguiente Legislativo, que se posesionará el 20 de julio de 2010.
De impedimentos y apoyo
A la par de que la evangelización surta su efecto, existe otro factor que impedirá el ágil trámite del proyecto: la votación de los 45 impedimentos de los senadores.
Si bien se sabe que todos serán negados, cada Senador quiere defender su punto y, como ya sucedió la semana pasada, entre discusión y discusión se acabará el día para votar el articulado. De hecho, hasta el jueves pasado sólo habían sido negados cinco de los impedimentos.
Se prevé que toda esta situación ocurrirá frente a los ojos del ministro Valencia, quien pidió para hoy el apoyo de todos sus colegas en el Gabinete en una jugada que busca mostrar que el Jefe de la Cartera política no está sólo y tiene el apoyo de todo el Gobierno, situación que no está bien vista por un sector de la coalición, que ha garantizado que el Ministro no se quedará en el gabinete el tiempo necesario para ver como su proyecto es, eventualmente, sancionado por el presidente Uribe.
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