El Partido Conservador también salió en defensa del ex mandatario
DE MANERA enfática el ex presidente Andrés Pastrana desmintió ayer los señalamientos del extraditado cabecilla paramilitar Rodrigo Tovar, alias Jorge 40, en torno a que las autodefensas habrían apoyado su campaña electoral en 1998.
“Me acabo de enterar, por informaciones fraccionadas de prensa, de unas declaraciones del narcoterrorista alias Jorge 40 que sindican a un ‘comité del Partido Conservador’ de negociar -arrogándose mi nombre- con su socio, el fallecido Carlos Castaño. En lo que a mí concierne, lo que haya manifestado ese presunto grupo de conservadores al delincuente es absolutamente falso. Es de público y notorio conocimiento mi distancia de los narcotraficantes y terroristas. Nunca he negociado ni pactado con ellos”, advirtió el ex mandatario en una declaración.
Agregó que “sin embargo, las declaraciones de estos oscuros personajes se hacen al amparo de garantías sujetas por su pacto a la verdad expresada. Por ello, sus revelaciones son de suma importancia para hacer justicia, no sólo por la atrocidad de sus crímenes, sino por el nivel de los personajes que los acompañaron en la tenebrosa empresa. Los protagonistas de estos episodios, sus nombres y sus crímenes deben ser sacados a la luz pública por la justicia, sin contemplaciones”, puntualizó Pastrana.
A su turno, el Partido Conservador también emitió un comunicado en el que rechazó y desestimó las declaraciones que el cabecilla paramilitar dio desde una prisión norteamericana.
“En 1998, el entonces candidato Andrés Pastrana planteó al país una propuesta integral de paz con los grupos armados ilegales, y su tratamiento con los llamados grupos paramilitares fue inequívoco. En su discurso del Hotel Tequendama, del 8 de junio de dicho año, antes de los comicios de segunda vuelta, expresó con toda claridad que tendría mano dura con los paramilitares, aclaró que no tenían estatus político y planteó la necesidad de acallar sus armas, lo que tendrá que hacerse en un escenario distinto del de la negociación de la paz con la guerrilla y como una responsabilidad exclusiva del Estado”, advirtió el conservatismo.
A reglón seguido puntualizó que “si por algo se caracterizó la campaña presidencial de Pastrana fue por la transparencia de sus apoyos y de los recursos que a ella se aportaron. Estamos seguros de que ningún grupo de sus partidarios habló con los jefes paramilitares en pleno proceso electoral ni mucho menos contó con autorización de la campaña, y en tal sentido apoyamos al ex presidente Pastrana, cuyo legado de honestidad y trabajo por Colombia no puede ser empañado por el dicho de un delincuente. El Partido Conservador Colombiano se siente orgulloso de ese legado y continuará trabajando por que cada vez haya más transparencia en los procesos electorales del país”.
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