La Senadora liberal le podría pedir al Jefe de Estado que permita el avance de una comisión humanitaria, junto al Comité Internacional de la Cruz Roja, para la entrega de media docena de secuestrados por las Farc.
LA MISIÓN de entrega de los políticos Alan Jara, Sigifredo López y cuatro uniformados que las Farc prometieron liberar en pocos días comenzará hoy en firme con la reunión que sostendrán en el Palacio de Nariño la senadora Piedad Córdoba, comisionada por la guerrilla para tal tarea, y el presidente Álvaro Uribe.
“Ahora lo que se está buscando es un proceso que tiene que ver con la organización por parte de familiares de los rehenes en lo que significa la manera de liberarlos; ellos han estado en contacto con el Presidente y yo lo haré”, manifestó Córdoba momentos antes de regresar a Bogotá para el encuentro con Uribe.
La reunión girará en torno a dos temas fundamentales: garantizar la seguridad de quienes acompañen al Comité Internacional de la Cruz Roja (Cicr) y la petición al Presidente de que avale una comisión humanitaria para que acompañe al organismo en la entrega de los cautivos.
Aunque el lunes pasado Uribe indicó que sólo el Cicr podría acompañar a Córdoba a la entrega de los políticos y uniformados, la Comisión Nacional de Paz y el ex presidente Ernesto Samper insistieron en que otras personas acompañaran la operación, debido a que no se podían cerrar las puertas a, por ejemplo, gobiernos internacionales como el del venezolano Hugo Chávez.
Sin embargo, la opción de que el Presidente avale a su homólogo para tal propósito es, según analistas y fuentes cercanas al Mandatario, improbable, debido a, indicaron, los constantes roces diplomáticos que han ocurrido en este año con Venezuela por temas como el acuerdo humanitario y el apoyo a la guerrilla.
Entretanto, se prevé que hoy también el Cicr adelante más detalles sobre los contactos “secretos y prudentes” que emprendió con las Farc hace días para que éstas confirmen las coordenadas geográficas del lugar en donde serán entregados el ex gobernador del Meta, el ex diputado de la Asamblea del Valle, el militar y los tres policías aún no identificados.
Sin embargo, ex secuestrados por la guerrilla, como los ex congresistas Luis Eladio Pérez y Orlando Beltrán, recordaron ayer que un proceso de entrega es “largo y dispendioso”, debido a que posiblemente los liberados no se encuentren en el mismo campamento, lo que implica el traslado por zonas de difícil acceso.
Mindefensa reiteró seguridad
Entretanto, el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, volvió a confirmar ayer que las condiciones de seguridad para la misión humanitaria estarán dispuestas, una vez las Farc hayan entregado a la comunidad internacional las coordenadas.
“Esa es la orden del Presidente y así lo vamos a cumplir, estamos dispuestos a dar todas las garantías para este proceso”, sentenció Santos, quien informó, además, que hasta ahora, el Cicr no ha pedido formalmente que se suspendan las operaciones militares. Sin embargo, posiblemente, la próxima semana los delegados de la organización internacional se reunirán con el Ministro para ultimar detalles sobre el tema.
Larga espera
Por el momento, los familiares del ex diputado López y el ex gobernador Jara informaron que están esperando la llamada del Gobierno Nacional que les indicará que sus seres queridos, después de más de seis años de cautiverio, están libres.
“Esta será la última Navidad sin él y sólo estamos contando los días para tenerlo con nosotros”, señaló la víspera de la Noche Buena, Claudia Rugeles, esposa del ex gobernador del Meta, quien en días pasados sostuvo un encuentro con Uribe en el cual se entregaron detalles confidenciales sobre la misión de entrega de los secuestrados.
En jaque agenda de Farc: expertos
El anuncio de la liberación de seis secuestrados por las Farc hace unos días y el comunicado del miércoles pasado en el que exigieron nuevamente el despeje de Pradera y Florida para un posible intercambio humanitario, petición que no realizaban en meses, es para los expertos un indicio de que la agenda internacional y política de la guerrilla está en jaque.
Para el politólogo Fernando Cano, el anuncio de las nuevas liberaciones no es más que “un pulso político entre Uribe y las Farc en el que los rebeldes intentan tener un segundo aire después de tantos golpes padecidos en 2008”.
Para el experto en resolución de conflictos, Carlos José Herrera, “la Operación Jaque no se repetirá y por ello no queda otra vía que el intercambio”, aunque Uribe y las Farc tengan sus inamovibles.
Sin embargo, para el director de la fundación Nuevo Arcoiris, León Valencia, la comunidad internacional no estaría tan pendiente de un posible canje, ya que “languideció el interés por los secuestrados nacional e internacionalmente porque ya no hay figuras del peso y reconocimiento como Ingrid (Betancourt) y los norteamericanos”.
No obstante, los dos analistas coincidieron en que el operativo constituyó un rotundo triunfo en la política de lucha de Uribe contra las Farc y el más duro golpe recibido hasta ahora por esa guerrilla.
“Es la derrota más emblemática militar y política”, conceptuó Valencia, en tanto que Herrera estimó que “es una muestra clara de la debilidad organizativa y penetrabilidad en que se encuentran las Farc”.
Aunque los analistas destacaron que la muerte de Reyes también causó daño a las Farc, concordaron en que no tuvo gran repercusión militar ni moral al interior de esa guerrilla. /AFP
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