martes, 28 de septiembre de 2010

Regalías irían a bolsa común para distribuir los recursos


La corrupción y la falta de transparencia de las inversiones en las regiones son los principales argumentos.

EL PROYECTO de reforma de regalías que actualmente hace curso en el Congreso, se va a convertir en una bolsa común para centralizar la repartición de sus recursos.

Así lo considera el economista de la Universidad Nacional Darío Indalecio Restrepo, al realizar un análisis sobre la reestructuración de la repartición de los recursos no renovables entre más Departamentos, que según su apreciación, “corresponde a una política que, de fondo, quiere seguir centralizando el poder”.

Añade el experto que “la intención del Gobierno es crear una sola bolsa, tanto con las regalías directas como con las indirectas, y volver a repartir los recursos. Esto corresponde a una política de recentralización”.

Explica Restrepo que esto “no es una novedad respecto a los dos gobiernos anteriores (Álvaro Uribe y Andrés Pastrana), los cuales venían haciendo una cada vez mayor centralización de los recursos que a partir de la Constitución de 1991 se habían adjudicado para el manejo de municipios y departamentos”.

Dice el economista que, en su momento, la administración de Andrés Pastrana recortó el crecimiento de las transferencias para salud y educación pública. Cuando llegó Uribe Vélez volvió a realizar un nuevo recorte.

En estudios realizados en el Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) de la UN, se calculó que entre ambos recortes, hacia 2005 las regiones del país dejaron de recibir cerca de 55 mil millones de pesos.

“La Constitución de 1991 dijo que las entidades territoriales iban a manejar el 46 por ciento de una gran torta que tiene el Estado, que se llama Ingresos Corrientes de la Nación. Con las reformas de Pastrana y de Uribe en realidad quedaron manejando el 34 por ciento de esos ingresos. Quiere decir que de atrás viene un proceso de reforma contra el espíritu de la Constitución de 1991, que tenía como objeto repartir mucho más los recursos, la riqueza y las oportunidades en el país”, opina el experto del CID.

Al realizar una observación simple y desprevenida de la propuesta del Gobierno del presidente Juan Manuel Santos, de repartir equitativamente las regalías entre todos los entes departamentales, se podría ver como una buena intención en el sentido de que más colombianos se verían beneficiados con la distribución equitativa de los recursos.

Sin embargo, Restrepo indica que a esa buena intención hay que darle una mirada con lupa crítica. Por un lado, afirma, hay que tener en cuenta que el país se acerca a una bonanza por explotación de recursos naturales nunca antes vista. Especialistas en el tema hablan de que el país pasará de percibir ocho billones de pesos al año, a 12 billones anuales, con un crecimiento de casi 50 por ciento.

“Es una coyuntura que el presidente Santos supo anticipar y convertir en un capital político en época de elecciones, sin decir abiertamente que iba a aprovechar esa bonanza de regalías”, sostiene el economista.

Restrepo explica que el Gobierno nacional quiere recoger y recentralizar todos esos recursos para poder maniobrar ante dos gigantescos problemas que se avecinan.

“Casi todos los economistas han advertido que volverá a presentarse una grave crisis con las pensiones y el sistema de seguridad social en salud, que está quebrado y no hay cómo financiar. Entonces, existe un afán del Gobierno de hacerse a unos recursos para poder confrontar esos problemas, y con la llegada de una bonanza, pues ahí están los recursos”, manifiesta.

El analista agrega que fue por eso que la campaña de Santos dijo que no iba a generar una reforma tributaria, necesaria para generar más inversión. Entonces, ¿qué pasará con las regiones que esperan una mejor repartición de las regalías? Ahí está el gran interrogante.

Por lo pronto, lo que se prevé es que en los pasillos de los ministerios y de Planeación Nacional se agudizarán las colas de alcaldes y gobernadores extendiendo la mano para pedir recursos para sus regiones. El problema, destaca Restrepo, es ¿quién decide qué es prioritario en las regiones? “Es ahí donde se evidencia el problema entre la centralización y la descentralización, o entre centralismo y federalismo. Es un fenómeno que no ha dejado que el país se desarrolle como debe ser”, enfatiza.

Uno de los argumentos del gobierno central es que la mala administración de los recursos de las regalías en los departamentos beneficiados hace que se tome este tipo de decisiones de recentralización. Según Transparencia por Colombia, se estima que la corrupción en Colombia es del orden de 4 billones de pesos al año y se concentra en las instituciones, ministerios, departamentos y empresas del orden nacional.


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