miércoles, 14 de julio de 2010

La polarización dentro del Polo


CUANDO EL 27 de septiembre el senador Gustavo Petro se impuso inesperadamente sobre el ex magistrado Carlos Gaviria, el Polo Democrático conjuró lo que para muchos observadores era una inminente división.

El sector que sigue a Petro, principalmente heredero de la desmovilización del M-19, en el siglo pasado, se mostraba muy descontento con la dirección de la colectividad; el propio Petro, interrogado sobre el particular por los medios, consideró que su triunfo le imponía la misión de imprimirle un nuevo derrotero a la organización política.

La situación quedó congelada porque los sectores que respaldaron la precandidatura de Gaviria rodearon la aspiración presidencial de Petro, aunque este ha dicho que ese respaldo no le pareció suficientemente apasionado.

Pero una vez conocido el dictamen de las urnas en la primera vuelta, la contradicción, que como se lo explicó a este Diario el ex magistrado Gaviria es una prolongación del debate histórico de la denominada “izquierda colombiana”, volvió a ponerse de presente y se manifestó con el acercamiento de Petro al presidente electo Juan Manuel Santos y la promoción de las mesas de trabajado para el diálogo nacional sobre tierra, víctimas y agua, todo eso sin el consentimiento del comité ejecutivo; mejor dicho, a título personal.

El 6 de abril, el comité ejecutivo del Polo proclamó a Clara López como presidenta de la colectividad, lo que se interpretó como una concertación entre ambos sectores, dado que López había sido escogida por Petro como su fórmula vicepresidencial 15 días antes.

Pero ahora hay un sector recogiendo firmas de la militancia para que Petro asuma la presidencia partidista, lo que al senador le parece lo más natural.

El punto de conflicto, el acercamiento de Petro a Santos, no es de extrañar pues obedece a una línea de pensamiento dentro del Polo; igual sucede con la resistencia que produce ese comportamiento en la otra orilla.

En noviembre de 2008, Petro le dijo a la desaparecida revista Cambio que el Polo le había “dado prioridad a la lucha contra Uribe, a mi juicio de manera equivocada”, porque “el Polo tiene que luchar es por la profundización de la democracia y no contra Uribe, que es un ciudadano pasajero. La izquierda tradicional tiene que hacer una ruptura con el pasado y el Polo está trazando el camino porque el socialismo del siglo XX provocó un modelo totalitario similar al que produjo la derecha. Hoy la izquierda tiene que ser pragmática y saber que el país sólo puede salir de la violencia si se construye un gobierno democrático y hace las transformaciones que la sociedad reclama”. Más claro no canta un gallo.

La dirigencia está desfasada: Petro

“Las cosas que están sucediendo ponen en juego el futuro del partido”, señaló el senador Gustavo Petro ante la reacción de un sector del Polo Democrático por su acercamiento al presidente electro Juan Manuel Santos para impulsar un diálogo nacional sobre tierras, víctimas y agua.
Ahí lo que peligra, según quien fuera candidato presidencial de la colectividad no es “la existencia de Petro, ni su futuro político”; “lo que está en juego es la existencia del partido”, reiteró.

Petro está convencido de que tanto en la consulta popular del 27 de septiembre como en la primera vuelta presidencial del 30 de mayo recibió un mandato para hacer realidad su consigna de “acordemos el futuro”, bajo la premisa “de que el acuerdo nacional es una vía para construir democracia y superar la violencia” y que esa nueva realidad política debe ser aceptada por la dirigencia del partido; pero, explicó, “lo que pasa es que en el Polo manda un comité ejecutivo que fue elegido en épocas de otra realidad política distinta de la de hoy, y eso implica un desfase”.

Por un lado, el senador Petro expresó que “nunca oculté que quería un Polo Democrático propositivo”, lo cual implicaba asumir la dirección de la colectividad, cuyos jefes “”a diferencia de todos los demás partidos”, no quisieron “colocar a su candidato como presidente”; y por otro, aclaró que “el Gobierno de Santos será neoliberal y tiene una vertiente uribista que yo he atacado”, de manera que “el proyecto de Santos es uno y el de Petro es otro”.

Los votos son del partido: Gaviria

“La amenaza de división ha sido el sino del Polo desde su origen”, manifestó el ex magistrado Carlos Gaviria frente a las advertencias del senador Gustavo Petro sobre los riesgos que la actual dirección de la colectividad tiene para su propia supervivencia.

Gaviria recordó cómo el debate interno del Polo Democrático es la herencia histórica de las contradicciones de la denominada “izquierda colombiana”.

“Soldar de manera eficiente piezas que andaban separadas y no se avenían, no es tarea sencilla”, recordó. Pero, a renglón seguido, se mostró en desacuerdo con el planteamiento apocalíptico de Petro: “Situaciones igualmente preocupantes se han vivido y hemos salido airosos. El análisis con alta dosis de ecuanimidad y la actitud receptiva del argumento del otro, tienen que afinarse de nuevo en esta coyuntura. No les temo a las disensiones sino a la forma inadecuada de tramitarlas.

Algo tiene que habernos enseñado la experiencia negativa del pasado”.

Para Gaviria las iniciativas del senador Petro frente al nuevo Gobierno son “actitudes solitarias y desafiantes” que “no son las más positivas en un predicamento como el actual”.

“Los votos no son del candidato sino del partido”, aclaró Gaviria.

Ahora, a la vista de los resultados, para Gaviria es claro que al Polo le corresponde el rol “de partido opositor, así Santos incorpore a su agenda algunos de los puntos programáticos promovidos en su campaña por nuestro candidato”, ante la evidencia de “que la sociedad que Santos quiere, es bien diferente de la que nosotros juzgamos deseable”.


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