piniones divididas por alerta a colombianos que viajen a Venezuela

CON UNAS de cal y otras de arena fue recibida la decisión del Gobierno de advertir a sus nacionales pensarlo dos veces antes de viajar a Venezuela, ante las detenciones arbitrarias que se han presentado en las últimas semanas.

Como adecuada calificó el ex canciller Fernando Araújo esta determinación hecha pública por la Cancillería el miércoles pasado. “Me parece la decisión del Gobierno prudente en el sentido de que hemos conocido de abusos que se están cometiendo en Venezuela contra colombianos que son detenidos sin que haya claridad de las razones de la detención, sin que haya garantías de un debido proceso”.

Sin embargo, el ex canciller Augusto Ramírez consideró que la determinación no tendrá efectos prácticos. “Es una decisión inocua y además más bien provocadora. En primer lugar en Colombia hay libertad de tránsito. Segundo, nuestra frontera es la segunda más activa del hemisferio, después de la de Estados Unidos con México”.

Añadió que en la frontera colombo-venezolana se mueven, en ambos sentidos más de 100 personas a diario, “entonces francamente, no creo que produzca ningún resultado distinto a añadir nuevas fricciones a las relaciones entre los dos países”, dijo.

El Gobierno colombiano también ordenó a sus funcionarios consulares no asistir a eventos sociales programados por el Gobierno de Venezuela para conmemorar el segundo centenario de la independencia de España.

Al respecto Araújo dijo que ésta se puede considerar como una medida “de orden diplomático para responder a los actos no protocolarios desarrollados por los funcionarios venezolanos, como por ejemplo el hecho de que el Gobierno haya citado al Embajador venezolano a la Cancillería y este embajador no hubiera asistido”. En tanto que señaló que la advertencia a los colombianos para ir a Venezuela no se puede ver como una agresión a ese país sino como la defensa de todos los colombianos porque, comparó, igualmente Estados Unidos previene a sus nacionales sobre el peligro que representa visitar ciertos países.

A su turno, el ex canciller Guillermo Fernández señaló que la medida puede ser justificada pero no va a aportar a solucionar las difíciles relaciones con Venezuela. “Pienso que es una alerta necesaria pero que no va a solucionar las dificultades que hay en este momento en las relaciones con Venezuela. Esto lo que demuestra es que hemos llegado a unos niveles de desconfianza muy grandes y que la prioridad de la agenda binacional es recuperar confianza y recuperar buena vecindad”.

Fernández consideró que es muy difícil para la población de la frontera atender el llamado del Gobierno colombiano teniendo en cuanta que es una frontera viva y que de la actividad comercial viven cientos de familias colombianas. “Una cosa es decirla a las personas de Bogotá, Cali o Medellín eso, y otra a los habitantes de frontera. Son fronteras vivas y por supuesto la cotidianidad y la vecindad hace que la relación sea muy fuerte”.