“Ni siquiera él sabe si se va a lanzar”: Rafael Pardo. “Es bienvenido”: Luis Carlos Restrepo. “El uribismo palaciego le arrebató el Partido de La U”: Mauricio VargasComenzó la cuenta regresiva para que el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, decida presentarse o no como candidato presidencial en las elecciones de 2010.
El artículo 197 de la Constitución establece claramente que “no podrá ser elegido Presidente de la República o Vicepresidente (…) el ciudadano que un año antes de la elección haya ejercido” como “Ministro”, entre otros cargos.
Como está previsto que la primera vuelta en las elecciones presidenciales de 2010 se realice el último domingo de mayo, es decir el día 30, el ministro Santos cuenta con 26 días para renunciar al cargo si realmente quiere postularse.
Hace pocos días, cuando EL NUEVO SIGLO le preguntó a Rafael Pardo sobre el tema, contestó: “Ni siquiera él sabe si se va a lanzar. No es que yo sepa o no sepa, yo no sé. Pero estoy seguro que él tampoco sabe”.
Decisiones
En febrero Santos dijo a diversos medios de comunicación que estaba “considerando” su retiro del Gobierno para, eventualmente, lanzarse como candidato a la Presidencia.
“No tengo todavía fecha, no he pensado en fechas, lo estoy considerando, pero por ahora no quiero pensar en eso porque si comienzo a pensar en eso entonces voy a distraerme de lo fundamental, y hay mucha cosa para hacer todavía en el ministerio”, respondió ante la insistencia de los entrevistadores radiales por saber algo acerca de su decisión.
El ministro señaló en aquella oportunidad que antes de tomar la decisión de abandonar el Gobierno debía hablar con el presidente Álvaro Uribe y “con mucha gente”, pero advirtió que “nada está definido todavía”.
Tal vez podría decirse que Santos, al igual que Uribe, está esperando hasta el último segundo del plazo para anunciar la esperada decisión.
La U de… ¿Santos?
Pero las cavilaciones de Santos posiblemente se deban a que su camino hacia la Casa de Nariño no está nada fácil.
El Partido Nacional de Unidad Nacional (La U), promocionado como la organización política uribista pero fundado por Santos, quiere seguir siendo opción de poder. Sin embargo, no saber si el presidente Uribe aspirará o no a un tercer mandato y la incertidumbre sobre la suerte del referendo en la conciliación de los textos aprobados por Senado y Cámara, en el estudio de exequibilidad de la Corte Constitucional y en las urnas, tienen a la colectividad pensando cómo debe moverse.
Para los delegados que asistieron en marzo al Congreso Ideológico del partido, a pesar de esa incertidumbre con el futuro de la reelección, la primera apuesta sigue siendo la de Uribe.
El presidente de La U, Luis Carlos Restrepo, definió así la posición oficial del partido: “Juan Manuel Santos es bienvenido en caso de que decida aspirar a la Presidencia de la República por el Partido de Unidad Nacional; todos tendrían las garantías plenas”.
Sin embargo, queda claro que todas las baterías del uribismo, empezando por La U, están enfiladas a la aprobación del referendo reeleccionista.
De hecho, la llegada de Restrepo a la presidencia de La U ha sido interpretada como una jugada política de Uribe para neutralizar a Santos: “En un golpe de mano de unas pocas horas, el uribismo palaciego le arrebató el Partido de La U, que parecía listo a respaldar su candidatura”, escribió Mauricio Vargas en su columna de El Tiempo. Y remató diciendo: “El desembarco del ex comisionado de paz Luis Carlos Restrepo como nuevo jefe de esa colectividad y el juramento de lealtad que los congresistas de La U le hicieron a Uribe hace pocos días, convirtieron al partido en una procesión sin Santos. Y, de paso, dejaron a Santos sin procesión”.
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