Hoy se hundiría referendo del agua en la Cámara

Ante la reelección, la bancada uribista dice “que lo que hay que respetar es la voluntad del pueblo que firmó”, pero con las demás iniciativas populares “encuentran que pueden negarse”: Germán Navas

TODO PARECE indicar que esta mañana será hundido el referendo del agua.

“Con esas mayorías gobiernistas que tenemos en la comisión primera cualquier cosa es posible que pase”, le dijo a EL NUEVO SIGLO el coordinador de ponentes Germán Navas.

El representante conservador Heriberto Sanabria reconoció cual será el ambiente en la comisión primera de la Cámara, cuando se reúna hoy a las 10 de la mañana, en el salón Boyacá del Capitolio Nacional: “El ambiente en la comisión es votarlo negativamente”, de modo que el referendo del agua “moriría en el primer debate”.

Sanabria explicó las opciones que se debatirán: “Si nosotros seguimos el criterio de aprobar todas las iniciativas de origen popular, el referendo del agua y el referendo de la cadena perpetua debería ser aprobados por la comisión primera de la Cámara y por el Congreso. Pero si nosotros nos vamos a detener a mirar el contenido material y los alcances sociales, presupuestales y de competencias del proyecto, yo creo que el proyecto en ese sentido va a tener dificultades”.

Por su parte, Navas aclaró que “hay el interés de hundirlo”. El legislador del Polo Democrático manifestó. “Yo no entiendo la posición de ellos cuando dicen que lo que hay que respetar es la voluntad del pueblo que firmó. Eso me lo restregaron siempre en la comisión primera, cuando era el referendo espurio de la reelección; pero ahora, cuando es un referendo puro y claro, como el del agua, ahí sí ya encuentran que pueden negarse a la voluntad del pueblo”.

Referendo del agua

Los promotores del referendo del agua se han planteado cuatro metas específicas con esta iniciativa: la consagración del agua potable como derecho fundamental; el suministro de un mínimo vital gratuito, establecido por la Organización Mundial de la Salud en 7,5 litros diarios promedio; la protección especial y el uso prioritario de los ecosistemas esenciales para el ciclo hídrico; y la gestión pública, estatal y comunitaria, del servicio de acueducto y alcantarillado.

La oposición a este referendo ha contado con el apoyo activo de la Casa de Nariño. La viceministra de Agua y Saneamiento Básico, Leyla Rojas, señaló que el texto que está a consideración del Congreso conduce a un resultado contrario al de garantizar el líquido vital para todos los colombianos.

Aunque la funcionaria reconoció las buenas intenciones de la iniciativa, criticó el hecho de que la restricción en la prestación del servicio, que le sería acordada al Estado, atente contra los subsidios que se tienen para los estratos más pobres.

Por su parte, el subdirector de Planeación Nacional, Andrés Escobar, en ese mismo sentido se opuso a que se impida que los operadores privados intervengan en el proceso de distribución o comercialización de acueductos.

Otras voces, desde la misma esfera gubernamental, no están de acuerdo con la asignación de la conservación de las fuentes de agua a ciertas comunidades étnicas o nativas, por considerar que ese simple hecho no garantiza la debida protección de las mismas.

A pesar de los contratiempos, la campaña para sacar adelante la iniciativa es un ejemplo interesante de movilización social. Redes de organizaciones cívicas, ambientalistas, comunitarias e indígenas circularon a través del país, conformaron comités, realizaron asambleas populares, hicieron propaganda sencilla a través de volantes. Miembros del movimiento viajaron por ríos como el Magdalena, el Bogotá y el Cauca, y los indígenas, algo más bien inusual, tuvieron participación destacada.