sábado, 30 de mayo de 2009

Reelección, “el límite de un líder”: The Washington Post


“Lo mejor es que el presidente elija ceder el puesto y darle a su país un último gran regalo, mediante el fortalecimiento del sistema político por cuya protección se ha luchado tan duro”

The Washington Post
De la edición impresa (*)

“EN SIETE años, Álvaro Uribe se ha establecido como uno de los más exitosos presidentes en la historia moderna colombiana. Cuando tomó posesión de su cargo, su país estaba al borde del estatus de Estado-fallido; bajo su dirección, el Gobierno restableció el control sobre la mayor parte del país, derrotó o desmovilizó a guerrilleros y paramilitares, y revivió la economía. Aunque Colombia sigue siendo una fuente importante de tráfico de cocaína, los capos de la droga ya no operan con impunidad: docenas han sido capturados, muertos o extraditados a los Estados Unidos para su enjuiciamiento.

Ahora, el éxito del señor Uribe amenaza con convertirse en su ruina. Hace cuatro años, sus seguidores políticos condujeron un movimiento para modificar la Constitución y que pudiera quedarse otro período; el presidente ganó la reelección en forma aplastante. Ahora, con su segundo mandato que expira en 2010, otro movimiento ha aparecido. La semana pasada, el Senado de Colombia aprobó una enmienda constitucional que, de ser conciliada con una versión en la cámara baja y aprobada por la Corte Constitucional del país, podría ser sometida a un referendo este año. Las encuestas muestran que el señor Uribe sigue siendo muy popular y podría ganar un tercer mandato.

Esto significa que el señor Uribe, que todavía no ha dicho si va a tratar de permanecer en el cargo, podría afrontar una hazaña más impresionante aún. Debe ejercer un control sobre sí mismo, olvidarse de los votantes de Colombia y abandonar el cargo cuando termine el mandato. A pesar de sus logros, su Gobierno se ha debilitado por los escándalos en los últimos años, algunos de ellos graves. Más de dos docenas de soldados del Ejército han sido detenidos por la práctica de asesinar a civiles inocentes y presentarlos como guerrilleros; el servicio de inteligencia está bajo investigación por espionaje a políticos de la oposición y periodistas. Aunque el señor Uribe no ha sido personalmente implicado en los escándalos, dos de sus hijos han sido blanco de acusaciones de corrupción.

La razón más poderosa para su jubilación, sin embargo, es fortalecer las instituciones democráticas de Colombia. Con su vibrante prensa, tribunales independientes y una activa sociedad civil, el país se destaca como una alternativa a la autocracia populista establecida en la vecina Venezuela. Después de dos intentos, recientemente Hugo Chávez eliminó el límite de su propio mandato y ahora está tratando de destruir lo que queda de su oposición. En una región plagada de mal gobierno, el señor Uribe ha demostrado cuánto puede lograr la capacidad de un presidente democráticamente elegido; ahora tiene la oportunidad de demostrar la importancia de que las instituciones y el imperio de la ley estén por encima de cualquier líder.

El señor Uribe dijo recientemente que él está en un conflicto acerca de la oferta de reelección; al tiempo que reconoce que puede debilitar la democracia, dijo que está preocupado por la preservación de su ‘seguridad democrática’. Pero tiene al menos un digno sucesor disponible: el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, dimitió recientemente y dijo que iría a la presidencia si el señor Uribe no. Si permanece en el cargo, el señor Uribe correría el riesgo de socavar sus propios éxitos, algunos de sus partidarios más fuertes podrían volverse contra él y las buenas relaciones que ha mantenido con los Estados Unidos podrían terminar bajo tensión. Lo mejor es que el presidente elija ceder el puesto y darle a su país un último gran regalo, mediante el fortalecimiento del sistema político por cuya protección se ha luchado tan duro”.

The Miami Herald
El martes pasado, el diario The Miami Herald cuestionó la segunda reelección de presidente Álvaro Uribe, señalando que si insiste en esa “tentación política”, lograría que, “en lugar de ser visto como un héroe”, el mandatario “sería visto como un político ególatra buscando gratificación personal. En lugar de fortalecer las instituciones democráticas las debilitaría al imponer un estilo político personalista al gobierno nacional”.

Los Angeles Times
El 27 de agosto de 2008, el diario californiano dijo que aunque Uribe sea “el líder elegido más popular del mundo” es “hora de que hable y diga: ‘No, gracias’”, porque volver a modificar la Constitución “lo pondría en la misma desagradable categoría de Hugo Chávez, quien no ha ocultado su deseo de ser presidente de Venezuela a perpetuidad”.

The New York Times
Pocos días antes, el 22 de agosto, el rotativo neoyorquino señaló que Uribe “debería decir a sus amigos que no quiere un tercer mandato”. Aunque el diario aceptó que “Uribe ha hecho importantes progresos”, sin embargo “ha demostrada demasiado poco respeto por las instituciones de la democracia colombiana”.

The Economist
Como lo publicó oportunamente EL NUEVO SIGLO, el pasado 15 de mayo la revista británica The Economist advirtió sobre el deslizamiento del presidente Uribe “hacia la autocracia”, con el consiguiente “daño para la democracia”.


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