domingo, 3 de julio de 2011

La reforma que tiene en vela a políticos en Cúcuta


Los planes que se habían trazado muchos de los candidatos y dirigentes para las próximas elecciones regionales a fin de respaldar aspirantes distintos a los de sus colectividades, podrían quedar en veremos.

La Reforma Política aprobada por el Congreso de la República y declarada exequible recientemente por la Corte Constitucional, llama al orden a los integrantes de los diferentes partidos políticos, quienes deberán disciplinarse a sus colectividades o de lo contrario serán castigados por doble militancia.

Así las cosas, “quienes se desempeñen en cargos de dirección, gobierno, administración o control, dentro de los partidos y movimientos políticos, o hayan sido o aspiren ser elegidos en cargos o corporaciones de elección popular, no podrán apoyar candidatos distintos a los inscritos por el partido o movimiento político al cual se encuentren afiliados”, reza el artículo segundo de la ley estatutaria.

De no cumplir con este precepto, estarán incursos en una desobediencia que será sancionada de acuerdo con los estatutos del partido. En el caso de los candidatos, estos podrían verse avocados a una revocatoria de la inscripción.

Ante este nuevo panorama, el debate sobre la libertad que tendrán candidatos y dirigentes para seguir y respaldar los proyectos políticos de tendencias diferentes, tiene pensando hoy a más de uno.

El caso de Norte de Santander

La encrucijada en la que tiene a más de un político la recién aprobada Reforma Política que entrará en vigencia una vez sea sancionada por el Presidente de la República, Juan Manuel Santos, no escapa a la carrera electoral que hoy se libra en Norte de Santander.

El caso más particular lo afrontan los militantes del Partido Conservador, quienes se encuentran entre la espada y la pared como consecuencia de la división que desató al interior de la colectividad la escogencia del candidato a la gobernación del departamento.

Mientras que las directivas del partido proclamaron a Juan Alcides Santaella como su candidato para los próximos comicios del 30 de octubre, tras un proceso liderado por cinco de los seis congresistas, un buen número de sus militantes y dirigentes se encuentra respaldando la aspiración del precandidato independiente Édgar Díaz Contreras.

Esto, tras considerar que el proceso interno mediante el que se escogió el representante de la colectividad para la contienda que se avecina no fue democrático y que se desconoció el sentir de la mayoría, que está con el ahora disidente conservador Díaz Contreras.

Sin embargo, según lo manifestado por algunos expertos en el tema electoral consultados por La Opinión, luego de interpretar el texto de la Reforma Política coincidieron en que en casos como el de los conservadores con Édgar Díaz, sí estaría dejando en evidencia una posible doble militancia.

Antonio José Lizarazo, exmagistrado del Consejo Nacional Electoral y uno de los más conocedores del derecho electoral en el país, insistió en que tanto los directivos de los partidos, como quienes ostenten credenciales a nombre de una colectividad y los candidatos que inscriba ese mismo partido para los próximos comicios, están obligados a apoyar al aspirante oficial de la colectividad.

De lo contrario, explica Lizarazo, tal y como lo señala el artículo segundo de la Reforma, los dirigentes estarían incurriendo en una doble militancia que es objeto de sanción.

Esta misma apreciación la tiene el exmagistrado de la Corte Constitucional Alfredo Beltrán Sierra, quien sostiene que la doble militancia está prohibida incluso desde la Constitución Política.

En cuanto a su aplicación, Beltrán explica que la norma entrará a regir una vez sea sancionada por el Presidente de la República, por lo que quienes cambien de colectividad antes de este tiempo, salvo aquellos que ostentan alguna credencial, podrían no quedar incursos en la doble militancia.

Por su parte, el representante a la Cámara por el Partido Liberal, Alejandro Carlos Chacón, quien fue uno de los amplios contradictores de la Reforma Política durante la etapa de conciliación, por considerar que le daba vía libre a cuestionados artículos, expresó que en ninguna situación puede un candidato inscrito por un partido, acompañar a otro aspirante, de su misma circunscripción, que no pertenezca a la colectividad por la que está aspirando.

“No se permite, por ningún motivo, que un candidato inscrito, por ejemplo, en el Partido Liberal vote por una candidatura distinta a la Alcaldía de Cúcuta, pues la colectividad tiene representante propio. Si lo llegare a hacer y se prueba ese ejercicio político en otra orientación distinta a su partido, indudablemente cumpliría la infracción de la doble militancia”, manifestó Chacón.

El representante aclaró que en caso de que el partido no tenga un aspirante avalado a determinado cargo de elección y sus directivos o candidatos deciden apoyar a alguien de una corriente política diferente, aquí si no tendrían problema por cuanto recurrirían a la figura de la coalición.

LIBERTAD PARA PODER VOTAR NO APLICARÍA

Una de las salidas a la que están recurriendo muchos candidatos, militantes y dirigentes de partidos que no están conformes con sus aspirantes, es solicitar ante la Dirección Nacional de la colectividad a la que pertenecen, la libertad de voto.

Esta, en teoría, es la salida con la que muchos esperan librarse del castigo de la doble militancia, bajo el argumento de la objeción de conciencia y la falta de mecanismos democráticos empleados durante el otorgamiento de los avales.

Sin embargo, el representante Chacón manifestó que dada su interpretación de la ley, la nueva Reforma Política no permite esa posibilidad, por cuanto en definitiva los candidatos que quieran respaldar aspiraciones diferentes a las de su colectividad tendrán que acatar, la disciplina del partido.

Este sería el caso no solo de los conservadores, sino de los integrantes de la U que no están de acuerdo con la aspiración del excontralor Gregorio Angarita Lamk, a la Alcaldía de Cúcuta.

Por ahora, el debate está servido y la incertidumbre cada vez más latente. Muchos prefieren esperar a que el panorama esté más claro a futuro, pese a que faltan apenas cuatro meses para las elecciones.

Sin embargo, la última palabra la tendrán los partidos quienes deberán entrar a aplicar lo establecido en la Reforma, una vez el presidente Juan Manuel Santos le dé su bendición.

lucy.araque@laopinion.com.co


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