lunes, 21 de junio de 2010

Oposición, debilitada y fraccionada ante Gobierno


LOS IMPORTANTES resultados que logró su partido, La U, en las elecciones legislativa así como las coaliciones que logró concretar en la primera y segunda vuelta presidencial permiten decir desde ya que el gobierno de Juan Manuel Santos tendrá una oposición disminuida y no será tan férrea como la que vivió Álvaro Uribe en sus dos administraciones (2002-2010).

Con su acuerdo de unidad nacional, el electo presidente logró sumar a su candidatura a los partidos Conservador, Cambio Radical y gran parte, por lo menos del 80 por ciento, del Partido Liberal, que antes de la primera vuelta se deslizó a su favor.

En consecuencia, la oposición férrea a este gobierno quedará en manos del Polo Democrático Alternativo, manteniendo la postura que sostuvo en los últimos ocho años, pero debilitada en número porque pierde al Partido Liberal con el que había coincidido en el Congreso y a nivel de partidos en contra de las políticas de la administración del presidente Uribe.

Aunque el liberalismo oficialmente no hizo acuerdo con Santos para que lo apoyara en su aspiración, es evidente que la mayoría de la bancada está de su lado, tanto que el director de la colectividad así lo entendió y prefirió dejar en libertad a los parlamentarios y militantes de votar en segunda vuelta presidencial.

En ese escenario es muy probable que el grueso de la bancada legislativa roja acompañe las propuestas que el nuevo gobierno presente al Congreso, generando, si la Dirección Liberal decidiera mantener una oposición reflexiva, un choque entre sus dictados y la realidad de unos congresistas más cercanos al Gobierno y unos pocos, como Piedad Córdoba que anunciaron que se mantendrán en la oposición.

Una situación de este tipo sería una verdadera prueba de fuego para la Ley de Bancadas.

Radiografía de la oposición

Sin un bloque de oposición inflexible frente al nuevo gobierno, ante el cambio de postura que se vislumbra por parte del Partido Liberal, se prevé una oposición disminuida, fraccionada y con matices.

La oposición férrea estará en cabeza del Polo Democrático, que ve en Santos la continuidad de las políticas de Uribe en materia de modelo económico, social y modo de enfrentar el conflicto armado, entre otros.

En ese cuadro descrito, la situación del Polo en la oposición no solo se vería debilitada por la partida del liberalismo sino porque su propia bancada en Senado fue disminuida en número y nombres en las pasadas elecciones. La colectividad de izquierda perdió dos curules con Jaime Dussán y Parmenio Cuéllar y también está la sensible baja de Gustavo Petro, quien no aspiró al Congreso por su candidatura presidencial.

En esas condiciones, el peso de la bancada polista recaerá en los senadores Jorge Robledo y Luis Carlos Avellaneda.

Ya el ex candidato presidencial Petro había señalado que es muy probable que al Polo le corresponda liderar la oposición en el gobierno de Santos. Dijo que la mayoría de la bancada Verde es peñalosista y, por tanto, se identificaría más fácilmente con Santos; mientras que en el Partido Liberal, la mayoría se fue con el candidato del Partido Social de Unidad Nacional (La U).

Petro consideró que no ha habido garantías para la oposición durante la administración Uribe y que no las habrá en el inmediato futuro.
La postura de férrea oposición del Polo estaría secundada solo por la representación indígena en el Congreso.

Verdes reflexivos

Ayer en el discurso por medio del cual reconoció el triunfo de Santos, Antanas Mockus anunció que la relación del Partido Verde se basará en la independencia y cooperación basadas en la libre deliberación (legislativa y pública), lo que se puede interpretar como oposición reflexiva.

“Apoyaremos lo que se revele como bueno luego de un intercambio de argumentos libre de presiones, rechazaremos lo que, en libre intercambio de argumentos, se revele como indebido o inconveniente”, dijo Mockus y añadió que “nuestra bancada tiene el deber institucional de ejercer control político al próximo gobierno. Haremos un control justo y totalmente ajeno a presiones y favores. Lo haremos en el Congreso, en el debate público y en el trabajo conjunto con los ciudadanos”.

Si bien Mockus anunció que su partido ejercerá oposición reflexiva al nuevo gobierno, analistas consideran que los objetivos que expresó el ahora ex candidato para la colectividad de crecer y ganar presencia en gobernaciones, alcaldías, asambleas y concejos, harán que la oposición que ejerzan se dosifique y calcule porque tienen al frente la situación del Partido Liberal, que ha visto los efectos electorales y en materia de participación burocrática que le han dejado tanto tiempo en la oposición.

La Alcaldía de Bogotá estará en la mira del Partido Verde pues tiene como carta fuerte al ex alcalde Enrique Peñalosa, cargo que le daría un posicionamiento al Partido. También entre los objetivos está la Gobernación de Boyacá, la cual ocupó Jorge Londoño hace varios, hoy uno de los principales dirigentes de esta formación política y quien ganó curul en el Senado.

Sin embargo, la postura independiente que anunció Mockus tendrá el Partido Verde en el Congreso, no sumará en gran forma porque apenas su bancada está compuesta por cinco senadores y un representante a la Cámara.

También estará en la oposición reflexiva el Movimiento Independiente de Renovación Absoluta (Mira), como lo hizo en el Congreso que toca a su fin.

Oposición marginal

Mientras que en el Congreso, el gobierno Santos tendrá mínima oposición, no pasará lo mismo con la oposición que encontrará afuera del legislativo y los círculos políticos.

Su administración estará bajo la lupa de varias ONG como Human Right Watch, que sostuvieron fuertes encontronazos con el gobierno Uribe por cuenta de lo que consideraron, violaciones a los derechos humanos. Las ejecuciones extrajudiciales, o falsos positivos, durante el ministerio de Santos en la cartera de Defensa es una de las razones para que la administración del electo presidente esté monitoreada.

Igualmente se presagia que varios columnistas no le perdonen una a Santos pues desde sus escritos criticaron su tiempo como ministro e incluso fueron implacables cuando fue candidato.

Finalmente, no se puede dejar de lado la oposición que ejercerían los presidentes Rafael Correa y Hugo Chávez, Ecuador y Venezuela, respectivamente, quienes desde marzo de 2008 han hecho de Santos, blanco de las críticas por la operación militar contra Luis Edgar Devia, alias Raúl Reyes, en Ecuador.

Mientras que en Ecuador hay una orden de captura contra Santos por las personas que resultaron muertas en ese operativo, en Venezuela el presidente Chávez había anunciado que un triunfo de Santos dificultaría mejorar las relaciones de su país con Colombia.


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