domingo, 30 de mayo de 2010

Noemí Sanín: “ganas tú, gana Colombia”


Noemí Sanín nació en Medellín y es tercera de 15 hijos del educador y escritor antioqueño Jaime Sanín y la maestra Noemí Posada, quien le enseñó a leer y escribir.

Sanín es graduada en Derecho y Ciencias Socio-Económicas de la Pontifica Universidad Javeriana, con una especialización en Derecho Comercial y Financiero de la Universidad de Harvard.

Después de pasar por varias entidades privadas, Sanín fue nombrada en 1982 como ministra de Comunicaciones en el gobierno de Belisario Betancourt. Allí moderniza el sector en materia de tecnología. Aprueba y desarrolla la televisión por cable, la red pública de datos, la telefonía rural, reforma la televisión –que hasta ese entonces estuvo en manos del Gobierno- para entregársela al manejo del Estado.

En 1992 es nombrada por el presidente César Gaviria como canciller. Desde esa posición crea comisiones de vecindad con todos los países limítrofes las que se reúnen con una periodicidad y eficiencia ejemplares. Mediante la gestión de Sanín, Colombia consigue todos los puestos de liderazgo: es elegida para la presidencia de los No Alineados, para la presidencia del grupo de los 77, al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, a la presidencia del Grupo de Río y finalmente consigue la Secretaría General de la OEA para Gaviria. Además, bajo su ministerio, suscribe por primera vez la alianza diplomática con Proexport, para trabajar de la mano en comercio e inversión.

En 1995 es nombrada como embajadora ante el Reino Unido en el Gobierno de Ernesto Samper, destacándose por el trabajo adelantado a favor de la inversión, del comercio y de la cooperación que desde entonces consiguió para la lucha contra el narcotráfico.

En 2002 le acepta al presidente Álvaro Uribe a la embajada ante España. En el 2007 es nombrada de nuevo embajadora ante el Reino Unido.

En 1998 fundó con el ex alcalde bogotano Antanas Mockus y Carlos Lleras el movimiento político Opción Vida, con el cual se lanza a la presidencia en 1998 obteniendo más 2.800.000 votos. Posteriormente, se volvió a presentar para las elecciones del 2002 donde ganó Álvaro Uribe.

Cómo llegó Sanín a la candidatura

Después de renunciar a la embajada del Reino Unido en julio del 2009, Noemí Sanín se inscribió el 24 de septiembre a la consulta popular del Partido Conservador, compitiendo con los ex ministros Andrés Felipe Arias, Martha Lucía Ramírez, Álvaro Leiva y el catedrático José Galat.

Posteriormente, el pasado 14 de marzo, en una cerrada votación con Arias, la ex canciller ganó la consulta con una votación de 1.118.090 votos, frente a 1.080.313 que obtuvo su contendor. Fue necesario esperar una semana para que se conociera el resultado de la consulta, por problemas en la plataforma de la Registraduría.

El pasado 14 de abril Sanín fue proclamada como candidata única por el congreso del Partido Conservador, al que asistieron los ex presidentes Andrés Pastrana y Belisario Betancourt.

El 31 de marzo, Sanín escogió al ex ministro vallecaucano Luis Ernesto Mejía como su fórmula vicepresidencial.

Noemí Sanín invita a votar

Dos propuestas parecen dominar hoy el escenario político colombiano que, según una equivocada visión que predomina en los medios de comunicación, explican el apoyo de los electores a los candidatos favorecidos por las encuestas: la seguridad y la transparencia.

Yo creo representar de manera legítima estos dos anhelos. Fui la primera en afirmar que en seguridad democrática debemos mantener lo conseguido por el presidente Uribe. Pero al mismo tiempo, conseguiré lo que falta. Extenderé a las ciudades y sus alrededores la seguridad que ya existe en las carreteras y en las zonas rurales. Es necesario también restituir el fuero militar para proteger a las Fuerzas Armadas de la guerra jurídica.

En cuanto a la transparencia, nunca se me ha visto ligada al clientelismo político y sus turbios manejos. Tengo una hoja de vida irreprochable. Soy una candidata distinta, me formé en el sector privado. Aprendí allí, como ejecutiva, a no ofrecer lo que no pueda cumplir, a ser juzgada por los resultados. En mi caso, las palabras y la acción van siempre juntas. Lo que pienso es lo que digo y lo que digo es lo que hago.

Soy, entre los candidatos, la única mujer. ¿Es una desventaja? No falta quien lo crea. Pero se equivoca. El carácter y la firmeza no son monopolio de los hombres. Calificadas mujeres han sido jefes de estado, y la gran mayoría de ellas han gobernado con firmeza y con éxito. Para nosotras, cualquier responsabilidad es un reto.

Estamos más cerca de la gente común, de sus inquietudes y de sus desventuras. Solemos manejar los fondos públicos con más escrúpulo.

Las dificultades que compartí con los míos durante mi juventud me han servido para comprender a los millones de colombianos que viven la angustia de no encontrar un empleo y los apuros inevitables de todo fin de mes. Por eso se que con mi liderazgo derrotaremos la miseria y la pobreza.

Dicen que tengo mucho carácter. Lo tengo. He denunciado y seguiré denunciando las injusticias contra los desprotejidos. Muchos de los que, atrapados por el engaño del voto útil se resignaban hace algunas semanas a votar por quienes parecían favorecidos en las encuestas, descubren en estos momentos que nada está resuelto. Y que para votar es necesario reflexionar y decidir en conciencia por la mejor opción y hacer realidad un verdadero cambio: Una mujer en la Presidencia para cambiarle el rumbo a Colombia.


No hay comentarios: